El Ejecutivo quiere crear un registro de libros de texto. | Daniel Espinosa

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El Govern Bauzá no da respiro a la comunidad educativa. Acaba de presentar al Consell Escolar de les Illes Balears un borrador de un nuevo decreto para controlar el contenido de los libros de texto. En concreto, el decreto, al que ha tenido acceso Ultima Hora, tiene por objetivo crear un registro de libros de texto y material didáctico complementario de Balears, y regular su organización.

De acuerdo con el borrador, «teniendo en cuenta la diversidad de material didáctico disponible, tanto en formato digital como impreso, el desarrollo de Internet como proveedor de contenidos y vía de comunicación docente, se considera necesario crear un registro como herramienta para ofrecer los centros docentes no universitarios un índice del material que se ajuste a la realidad natural, social, cultural y lingüística de Balears y a sus currículums vigentes de entre los cuales escoger el que más se adecue a su proyecto, dentro del respeto a la autonomía pedagógica de los centros».

Los miembros del Consell Escolar tienen hasta el 21 de septiembre para realizar aportaciones al documento. En cuanto al contenido, el artículo cuatro establece que los libros «han de adaptarse al rigor científico y han de ser adecuados a las edades de los alumnos y al currículum aprobado por la Administración educativo». Los libros deben «reflejar y fomentar el respeto a los principios, valores, libertades, derechos y deberes constitucionales y estatutarios».

En cuanto al catalán, el borrador deja claro que los libros en lengua catalana «deben de respetar las modalidades insulares del catalán, de Mallorca, Menorca, Eivissa y Formentera, de acuerdo con el Estatuto de Autonomia y la Ley de Normalización Lingüística de Balears».

Poco margen

Por otra parte, el artículo nueve establece que «no se podrán inscribir en el Registro los libros que substituyan a otros ya inscritos y que no ofrezcan diferencias significativas», dejando así poco margen de maniobra a cambios editoriales.

El registro, que dependerá de la Conselleria d'Educació, estará adscrito a la Direcció General d'Ordenació, Innovació i Formació Professional. Su responsable será quien determinará si un libro puede entrar o no en el registro o si debe darse de baja. Se solicitarán informes al Institut d'Estudis Baleàrics y a Inspecció Educativa.