Imagen de la ofrenda floral a la estatua de Jaume I. | Teresa Ayuga

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La ofrenda floral al Rei en Jaume terminó este año 2 minutos antes de la hora a la que estaba previsto que comenzase. Exactamente finalizó a las 19:58 horas mientras que en el programa de fiestas figuraba a las 20:00 horas. La ofrenda comenzó a las 19:45 aproximadamente y las pitadas –especialmente al PP y a las instituciones– no fueron tan sonoras como otros años, ya que los catalinistas aún no habían llegado a la Plaça d'Espanya.

El portavoz de Més, Antoni Verger, fue muy crítico y acusó al alcalde Mateo Isern de cometer un «grave error» al «vulnerar el protocolo». Verger argumentó que «es un síntoma de que el PP siente miedo e inseguridad en los actos que se desarrollan en la calle», así como que «no están cómodos ante la ciudadanía que expresa el malestar y la indignación por las políticas del PP».

El portavoz de Més lamentó que no todo el mundo pudo realizar la ofrenda floral y puso como ejemplo que él mismo no pudo entregar las flores del PSM.

El portavoz del PP, Julio Martínez, desmintió las acusaciones de los ecosoberanistas y aseguró que todas las entidades pudieron realizar la ofrenda porque se preguntó en varias ocasiones si faltaba alguna entidad. De hecho, la Cofradía de Sant Pere la entregó después del Ajuntament de Palma, cuando se toca La Balanguera.

Intencionalidad

Martínez aseguró que no hubo intencionalidad política en el hecho de empezar antes. «Nunca se ha mirado la hora, cuando terminamos la misa venimos a la Plaça d'Espanya y comienza la ofrenda», argumentó. El portavoz del PP en Cort añadió que los regidores del PSOE que no fueron a misa estaban esperando en la puerta de la iglesia de Sant Miquel para ir juntos a la Plaça d'Espanya y destacó que ninguno de ellos pidió que el acto no comenzase hasta las 20:00 horas. Además, manifestó que no sabían si Més iba a asistir a la ofrenda floral porque «no quieren participar en actos institucionales».

Aunque el adelanto de la ofrenda evitó las sonoras pitadas de años anteriores, el tradicional enfrentamiento entre españolistas y catalanistas sí tuvo lugar. Los lemas más coreados por los españolistas fueron ‘som mallorquins no catalans', ‘no nos engañas, Cataluña es España' y ‘Viva España', entre otros. El padre de Jorge Lorenzo fue uno de los españolistas que asistieron a la Plaça d'Espanya.

Por su parte, los lemas más coreados por los catalanistas fueron ‘Independència', ‘Putos forasters', ‘Boti, boti, boti espanyol qui no boti', ‘Fora nazis, lluitarem' y ‘pim pam pum, que no quedi ningú', entre otros.

Tanto entre los españolistas como entre los catalanistas había muchos menores de edad. A medida que iba pasando el tiempo se iba incrementando el número de catalanistas, que superó con creces al de españolistas.

El acto terminó sin incidentes, según confirmaron desde la Policía Local de Palma.

Menos ofrendas

Respecto a la ofrenda floral propiamente dicha, este año estaban registrados un total de 27 participantes (entidades, partidos políticos, instituciones, etc.). Al acto asistieron numerosas autoridades, entre las que destacaron la portavoz del Govern, Nuria Riera; el vicepresidente del Consell de Mallorca, Joan Rotger, y los consellers Catalina Cirer y Mauricio Rovira, entre otros.

Previamente, el alcalde Mateo Isern, los regidores del PP (todos menos Álvaro Gijón y Sandra Fernández) y algunos del PSOE (Aina Calvo, Yolanda Garví, José Hila y Andreu Alcover) asistieron a la misa que se celebró en la parroquia de Sant Miquel.

Además, a primera hora de la tarde, tuvo lugar el pregón de la Festa de l'Estendard en el salón de plenos del Ajuntament de Palma. Este año corrió a cargo de Gaspar Sabater.

El pregonero destacó que Palma es la segunda ciudad del mundo en la que mejor se vive, según una encuesta publicada recientemente. Para finalizar, Sabater criticó que los premios Ciutat de Palma «pasan ahora sin pena ni gloria» y que se ha ido transformando un santo como Sant Sebastià en una caricatura de Sant Antoni».