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El fiscal pide cuatro años de cárcel para cuatro miembros de la familia Sanahuja, propietaria del grupo inmobiliario Sacresa, a los que acusa de un delito contra la Hacienda Pública por supuestamente haber defraudado 15,4 millones de euros al no declarar las plusvalías de una venta de acciones.

En su escrito de acusación, el fiscal pide cuatro años de cárcel para Román Sanahuja; su esposa, Ana María Escofet; y sus dos hijos Javier y Juan Manuel, para los que también reclama una multa de 65 millones y una indemnización a Hacienda de 15,4 millones.

Román Sanahuja fue condenado por la Audiencia de Palma en julio de 2013 a un año de cárcel por fraude en la adjudicación de la venta del solar público de Can Domenge de Palma, que fue amañado para que lo ganara su empresa Sacresa. Además, el juzgado de Instrucción número 8 está investigando el supuesto pago de un soborno de 4 millones en esa misma operación.

En la causa por fraude fiscal, según el fiscal, los cuatro acusados defraudaron a Hacienda un total de 15.476.664,75 euros al no declarar las plusvalías de una venta de acciones en el Impuesto de Sociedades del ejercicio 2007.

Una sociedad que controlaban los imputados, Rua Nova -propiedad de Sacresa-, vendió el 31 de julio de 2007 todo su activo, consistente en participaciones en la promotora inmobiliaria Tres Cantos a Inmobiliaria Colonial, por la que obtuvieron un beneficio de 52,1 millones de euros.

Según el fiscal, Rua Nova tendría que haber declarado el beneficio obtenido y haber tributado a Hacienda una cuota de 15,4 millones de euros por la plusvalía lograda por la venta, si bien la sociedad no realizó pagó alguno, ya que sólo incluyó las operaciones correspondientes al primer semestre del año.

El ministerio público sostiene que, para «eludir la tributación» sobre la plusvalía generada, Rua Nova y Sacresa emplearon un «mecanismo defraudatorio», por el que ambas sociedades se fusionaron en septiembre de 2008, aunque en la escritura ubicaron la absorción al 1 de julio de 2007, con la «única finalidad» de trasladar a Sacresa la plusvalía.

Además, después de que en junio de 2009 Hacienda comunicara una inspección a Sacresa, como sociedad absorbente de Rua Nova, la inmobiliaria elaboró una declaración complementaria sobre el Impuesto de Sociedades de 2007 en el que declaró un beneficio por la fusión, pero incluyó gastos relativos a provisiones por pérdidas generadas con productos financieros.

De esta forma, según el fiscal, Sacresa logró compensar los ingresos de la fusión «con gastos no deducidos anteriormente», con lo que consiguió eludir la tributación y no ingresó cuota alguna en el Impuesto de Sociedades.

A través de este «mecanismo defraudatorio», agrega el fiscal, la tributación de la plusvalía obtenida por Rua Nova se «eludió completamente», al ser «artificiosamente trasladada a la órbita patrimonial de Sacresa», donde se compensó con pérdidas financieras previstas.