El presidente del Govern ha entregado los Premios Ramon Llull y la Medalla de Oro de la Comunidad. | Teresa Ayuga

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El president del Govern, José Ramón Bauzá, aprovechó ayer su intervención en el acto de entrega de la Medalla d'Or y los premios Ramon Llull para mostrar su rechazo a las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo.
Pese a que, el día anterior, el PP votó en el Congreso en contra de propuestas de rechazo, Bauzá aseguró –antes de pasar a elogiar a las personas y entidades premiadas– que no quería prospecciones «ni en Mallorca, ni en Eivissa ni en Formentera».

El discurso de ayer fue uno de los más ‘identitarios' que ha pronunciado desde que ocupa el cargo.
Ayer, hizo varias referencias al pasado de Balears e, incluso, buscó en el pasado algunas de las claves que explican la voluntad de superación del pueblo de las Islas. Y aludió expresamente a la «identidad» de Balears, algo que no ocurría desde que preside la Comunitat Autónoma.

Ante un escenario con mujeres en papeles secundarios, sin ningún galardón específico –los cargos institucionales de Més no acudieron en protesta por este hecho–, el president balear arrancó su intervención señalando que, en el día de ayer, «celebramos lo que somos, celebramos nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestro pasado y nuestro futuro».

Según el president, son las dificultades lo que dan la verdadera medida de una sociedad y, en este punto, recordó que este es un momento de dificultades. Eso sí, apuntó que había empezado el camino de la recuperación.
«Balears –dijo– camina destacada en el ámbito español y en el europeo por la senda de la recuperación».
El president citó a los cuatro consells pero incidió especialmente en la idea de comunidad autónoma.

Régimen especial

Bauzá proclamó que los ciudadanos de Balears son solidarios y, partiendo de esa idea, marcó cuál debe ser su relación con el resto del Estado.

«No queremos ser más que los demás. Los ciudadanos de Balears no queremos privilegios», dijo para proclamar que su aspiración era «un sistema que iguale los servicios y que no permita desigualdades, especialmente si hablamos de los pilares de nuestro modelo de bienestar», entre los que citó sanidad, educación y servicios sociales.

El president proclamó que «un ciudadano de Balears ha de disponer de los mismos servicios y prestaciones que un ciudadano de cualquiera de las otras comunidades españolas», algo que –se encargó de enfatizar– no sucede en materia de transportes o conectividad aérea. Y aprovechó ese punto para referirse al Régimen Especial que «tenemos que negociar ahora».