«He dedicado más de 30 años a la vida política y nada me impactó tanto ni me marcó personalmente como el conflicto ruandés y los Grandes Lagos».
Así se expresó ayer Pere Sampol al recibir en Bruselas el Premio Victoire Ingabire Umohoza que otorgan las asociaciones de exiliados de Ruanda a «personas o entidades que han trabajado a favor de la paz en la región de los Grandes Lagos de Africa».
El premio lleva el nombre de una activista de 42 años, encarcelada y condenada y que para muchos es la nueva Mandela.
Sampol recordó el papel clave de Balears para sacar a la luz el genocidio de los Grandes Lagos y la querella que impulsó Joan Carrero.
«El conflicto –dijo– ha mostrado la cara más horrible de la humanidad pero, a la vez, de la pequeña Ruanda también ha emergido el lado más noble, de la verdad, la democracia y la reconciliación por la paz»
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Si he entés bé es tracta d'un guardó concedit pel exili d'ètnia hutu. Una recompensa ambígua doncs, perquè aquest bàndol va ser acusat de genocidi abans de patir ells mateixos la violència.