El 'Fortuna', ahora 'Foners', ha llegado a Port Adriano donde será amarrado. | Jaume Morey

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A primeras horas de la tarde de ayer, el Foners –nuevo nombre del que fue yate del Rey Fortuna– arribó al que será su base, en Port Adriano a la espera de que lleguen sus futuros propietarios puesto que, como reconoció ayer un integrante de Fundatur «el objetivo es vender cuanto antes la embarcación».

La singladura del Foners duró poco más de una hora, desde la base naval de Portopí hasta Port Adriano, cuya llegada despertó la natural expectación dada la impactante envergadura del yate, cuya eslora supera los 40 metros.

La venta

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Fundatur ya es consciente de que no podrá recuperar los 18 millones de euros que abonó mediante la aportación de sus socios en el año 2000, pero todo indica que ya se han recibido dos llamadas de posibles interesados que han quedado pendientes de visitas posteriores al yate.

El perfil del futuro propietario del Foners –cuya tripulación pertenece a la naviera Baleària de la que es propietario Abel Matutes– no es común –su principal prestación es la velocidad y una autonomía que le permite cruzar el Mediterráneo de punta a punta–, una tarea que Fundatur pondrá en manos de dos brokers naúticos internacionales, aunque con sede en Palma y con los que se están ultimando los acuerdos de comercialización de la embarcación.

Desde Fundatur se reitera que el fruto de la venta del Foners se destinará a los objetivos de la propia fundación, la promoción turística y cultural de Balears.