La Sala de lo Social del TSJIB ha desestimado el recurso de súplica que interpuso el sindicato CCOO en nombre del trabajador, por considerar que la sustracción de combustible que llevó a cabo en el surtidor de Emaya, en las instalaciones de la compañía en Son Pacs, supone «una transgresión grave y culpable de las obligaciones contractuales».
El tribunal ratifica la sentencia del Juzgado de los Social número 4 de Palma, dictada en junio de 2012, porque considera que el despido disciplinario fue procedente después de que el empleado fuera sorprendido sustrayendo gasolina.
El trabajador, un peón especialista en limpieza empleado en Emaya desde 2005, fue despedido después de que su superior fuera informado de que estaba extrayendo gasolina del surtidor de Son Pacs y la empresa decidiera investigar la denuncia contratando a un investigador privado.
Según recoge la primera sentencia, el investigador vio al trabajador llenando de combustible en el surtidor un total de catorce bidones de 20 litros de capacidad en distintos días entre el 21 de octubre de 2010 y el 14 de enero de 2011, e introduciéndolos posteriormente en su vehículo particular.
Emaya le abrió expediente en febrero de 2011, calificó los hechos como falta continuada muy grave de fraude, deslealtad y abuso de derecho e impuso como sanción el despido disciplinario en mayo de ese mismo año.
El peón utilizaba en su trabajo en el cementerio una máquina sopladora que consume gasolina mezclada con aceite de cuyo repostaje se encargaba y nunca confeccionó un justificante del combustible empleado para la misma, algo que según el trabajador era habitual en la empresa.
El trabajador alegó que la empresa no ha acreditado que el destino de la gasolina introducida en los bidones fuera distinto al repostaje de la sopladora ni ha tenido en cuenta su antigüedad y que nunca antes había sido sancionado a la hora de decidir echarle. Alegó también que, según la legislación laboral, el despido debe reservarse para comportamientos graves y culpables.
La Sala de lo Social del TSJIB rechaza la alegación de que no se ha acreditado que la gasolina se destinara a otro fin que no fuera el repostaje y señala que tampoco consta que no se utilizara para otros fines, cuando sí se ha acreditado que el trabajador introdujo los bidones de combustible en su vehículo particular después de transportarlos en la furgoneta de la empresa.
Según la sentencia de la Sala de lo Social, los hechos han quedado definitivamente fijados, sin «inatacables» y justifican la decisión de Emaya de despedir al trabajador.
14 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
faig feina a emaya i sent una profunda vergonya per actuacions d'un irresponsable i lladre com aquest. La direcció o qui sigui te tooooot el meu suport a l'hora de depurar desastres i robatoris.
después de un acomodado trabajo que entras si eres primo de, o tío de ,o papa de ,la mayoría sin el certificado de estudios pues la mayoría no terminaron el colegio debido a su raza pues son los que ocupan mayor puesto de trabajo en emaya , pues viven mejor que quieren...... chorizo jajajajajajj y que esperas un medalla
Juezes enchufados y corronpidos , cuando hareis lo mismo con los politicos ladrones a los que amparais y cenais con ellos los que teneis que juzgar , ¿iqualdad? corruptos
esta visto q aqui solo pueden robar los bancos, los politicos y los grandes empresarios de guante de seda blanca...esperamos mas sentecias de los tribunales con todos los nonbrados antes...
que sigan por los politicos y grandes empresarios q no paga a hacienda...
Este vale para PPepero.
Enhorabuena al que tuvo que tomar esta medida, no es agradable pero es fundamental controlar el buen ejercicio de la función pública. Se debe controlar la puntualidad, la eficiencia del trabajo y evitar abusos como este o las bajas laborales abusivas. Bien por la justicia, bien por el control, es fundamental para respetar a los buenos empleados y especialmente para los contribuyentes que pagan la función pública.
para jose, lo han echado por ladrón, y a quien ha robado es a todos nosotros. Aparte de echarle, espero que le obliguen a pagar las costas del juicio y toda la gasolina que nos ha robado. De chorizos están las administraciones llenas, arriba y abajo.
Este trabajador,tenía doble personalidad,se creia político y que podía hacerlo
Espero que el ladrón sea condenado en costas y tenga que abonar todos los gastos generados. Ya está bien de que los trabajadores puedan ir denunciando y recurriendo gratis y que paguemos los demás las costas. Ahora faltan los sindicalistas llorando y hablando de lo injusto del tema.