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Jaume Sastre puso fin ayer a las 16:00 horas a la huelga de hambre que inició el 8 de mayo a la mismo hora. El profesor del IES Llucmajor finalizó 40 días de ayuno después de que así lo considerara el grupo de apoyo que ha estado a su lado durante ese tiempo.

«Valoramos de forma positiva esta acción reivindicativa y su suspensión no es sinónimo de paralizar las acciones reivindicativas del colectivo docente». Así lo expresó Biel Majoral, portavoz de la familia y del grupo de apoyo, al tiempo que condenó la actitud «sorda, irracional, insensible e inhumana» del president Bauzá.

El profesor comenzó una huelga de hambre para exigir al jefe del Ejecutivo que se sentara a negociar con el colectivo de docentes y poner fin al conflicto que ha imperado durante todo el curso escolar, un objetivo que no ha conseguido. A pesar de que patronales y representantes de la sociedad civil e incluso exaltos cargos del PP han instado al Govern Bauzá a sentarse con los docentes, las peticiones han sido en vano. Precisamente ayer por la mañana, el president Bauzá insistió en su postura: «Los sindicatos han sido superados por la Assemblea de Docents a la hora de tratar el conflicto educativo, motivo por el cual no hay un interlocutor válido». Además, aseguró que el Govern «sigue negociando» desde la base de la aplicación del trilingüismo y que en la Conselleria «han estado sentados desde el inicio».

Aunque no han conseguido el diálogo exigido, el grupo de apoyo a Sastre valoró la «valentía» del profesor y la incidencia que ha generado en el seno del colectivo de los docentes. «Un curso que no empezó de forma normal no podía acabar normal», indicó Majoral.

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Recuperación

Jaume Sastre continuará instalado a partir de ahora en Sa Casa Llarga, donde inició ya el proceso de recuperación. El médico que le ha tratado, Felip Ramis, aseguró que su estado de salud «es bueno» y que, psíquicamente «está lúcido». El profesor ha perdido 20 kilos y únicamente ha tomado agua potable y agua del mar, «el mismo alimento que los peces».

El médico señaló que Sastre, a pesar de haber sufrido momentos de bajón tanto físicos como psicológicos, «ha sido muy consciente de que ha hecho la huelga por una causa y con gente a su lado». Ayer por la tarde, a las 16:00 horas puso fin a su ayuno y tomó un caldo elaborado por Jaume Santandreu.

La mujer de Jaume Sastre, Joana, aseguró estar «orgullosa» por haber estado a su lado durante este tiempo y subrayó que el profesor ha estado con «la moral bien alta» durante la huelga. Sin embargo, reconoció que en estos momento «no está para tirar cohetes» y que recibirá visitas «en la medida que sea posible».
De cara a futuras acciones reivindicativas, el portavoz de la Assemblea de Docents Iñaki Aicart no avanzó ninguna medida ya que se deben decidir en asamblea. Su lucha está encaminada a conseguir una educación pública, de calidad y en catalán. En relación al Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL), Aicart insistió en su rechazo al modelo que quiere aplicar el Govern.