El conseller Marí Bosó y el vicepresidente Gómez comentaron ayer las palabras de Bauzá.

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Golpe de mano de la dirección regional del PP para resolver el caos institucional en el que se encuentra sumido el Ajuntament d'Eivissa, que tendrá que elegir su tercer alcalde de la legislatura tras las dimisiones de Mariennna Sánchez-Jáuregui y Pilar Marí, ambas del PP, formación que junto al Pref obtuvo en 2011 la mayoría absoluta en el consistorio de la capital pitiusa. La situación ha rebasado el ámbito local y ha provocado que el secretario de Ciudades del PSOE, Gaspar Zarrías, haya solicitado que sea el propio Rajoy el que «ponga fin al intolerable espectáculo que el PP está dando en el Ajuntament d'Eivissa».

El president del Govern y del PP balear, José Ramón Bauzá, reiteró ayer en la sede del Parlament que «pido perdón a los ciudadanos de Vila, el comportamiento de algunos concejales del PP no ha estado a la altura de las circunstancias», razón por la que justificó la destitución de golpe de cuatro ediles y que deja, momentáneamente, a los conservadores en minoría en el consistorio. Sin embargo, el dirigente conservador advirtió que «vamos a seguir trabajando» para consolidar una nueva mayoría en el Ajuntament, aunque tampoco ocultó que «prefiero perder una alcaldía que la confianza de los ciudadanos».

Respecto a las nuevas incorporaciones de concejales, Bauzá comentó que «si los sustitutos quieren» formarán parte del Ajuntament, al tiempo que con la nueva configuración del grupo «estudiaremos si vale la pena presentar un candidato».

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A la oposición

«No queremos gobernar a cualquier precio», aseguró ayer José Ramón Bauzá en su comparecencia ante los medios de comunicación, toda vez que, insistió, «si no tenemos equipo nos iremos a la oposición».

La secretaria general del PSIB, Francina Armengol, dijo que «es el propio PP el causante de la situación de descontrol insostenible, fruto de las traiciones entre el propio grupo municipal».

Tras señalar que «se ha demostrado» que el gobierno de la lista más votada «no es garantía de nada» aceptó la posibilidad de «un gobierno en minoría en Vila, pero sólo con la izquierda».