Joan Batle, secretario de Creu Roja Balears; Juana Lozano, la coordinadora autonómica; y el presidente de la entidad en las Islas, Miquel Alenyà, que ayer presentaron la memoria del año pasado. g Foto: JOAN TORRES

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Las necesidades de ayuda básica se incrementan en Balears. Creu Roja entregó algún lote de ayuda básica, alimentos o prestación económica a unas 20.291 personas en 2013, lo que supone un incremento del 54 % en relación al año anterior. La coordinadora autonómica de la entidad, Juana Lozano, dio a conocer ayer el dato durante la presentación de la memoria de Creu Roja.

La entidad atribuye este incremento a una cronificación de la pobreza ya que muchas familias que han sufrido la crisis «ya no tienen ningún ingreso ni ahorro». En este sentido, Lozano detalló que la mayoría de personas que acuden a Creu Roja en busca de ayuda «no piden comida, si no un trabajo». Por este motivo, la entidad ha centrado gran parte de sus esfuerzos en los planes de ocupación y formación. En concreto, un total de 2.094 personas, un 4 % más respecto el año anterior, se incorporaron a alguno de los proyectos del plan de empleo.

Lozano advirtió de que si bien el incremento de personas que acuden a Creu Roja no es tan significativo como en años anteriores, ahora son necesarias más intervenciones. «No basta con entregar una bolsa de comida», indicó, al tiempo que explicó que existen de nuevo necesidades de ropa, «que habían desaparecido». «Las personas son ahora doblemente pobres», sentenció, lo que atribuyó al hecho de no tener ahorros, haber agotado las ayudas familiares y no poder hacer frente a gastos imprevistos.

Esta situación ha repercutido en las personas mayores. «Ahora vuelven a tener cargas familiares», indicó Lozano, quien advirtió de la sobrecarga que sufren. El presidente autonómico de Creu Roja, Miquel Alenyà, explicó que los programas dirigidos a las personas mayores y de atención a la dependencia se incrementaron un incremento del 20 %.

Lentitud

Por otra parte, Alenyà valoró los síntomas de recuperación de la economía. Sin embargo, reconoció que al tratarse de un crecimiento lento, «las consecuencias también lo son». De momento, las peticiones de ayuda no merman.