Los representantes de la Sindicatura de Comptes entregaron ayer el informe de 2012 a la presidenta del Parlament, Margalida Durán. g Foto: PARLAMENT

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«La falta de cualquier control interno y el general incumplimiento de las normas de contratación pública suponen limitaciones de tal magnitud que impiden emitir opiniones sobre si las prácticas detallas suponen o no un fraccionamiento del gasto para eludir la Ley de Contratos del Sector Público». Semejante contundencia emplea la Sindicatura de Comptes para referirse a las cuentas del IB-Salut de 2012, las primeras elaboradas íntegramente durante el mandato de José Ramón Bauzá.

El informe es demoledor: las facturas presentan irregularidades, no se ajustan a su fin, se han pagado facturas a proveedores que no tocan y aún no se ha recuperado el dinero, la gerencia no registraba los documentos contable, existía un descontrol absoluto en el pago de las nóminas y se han llegado a pagar 96 guardias en un mes.

«Se incumple sistemáticamente la normativa en materia de contratación pública que señala que el sector público se ha de ajustar a los principios de libertad de acceso a las licitaciones, transparencia y no discriminación.

El régimen de control interno es un absoluto desastre, según los síndics debido a los constantes cambios en la organización de la empresa.