El informe de la Sindicatura de Comptes sobre la gestión del IB-Salut en 2012 es tan demoledor que al Govern no le quedó ayer más remedio que reconocer que no estaban satisfechos y que continuarán haciendo todos los esfuerzos para que en los próximos informes se corrijan las irregularidades. | Jaume Morey

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El IB-Salut tuvo un sobrecoste de 486 millones de euros en el año 2012, el primero cuyo presupuesto gestionó íntegramente el Govern de José Ramón Bauzá. El presupuesto inicial era de 1.188 millones de euros pero acabó el año con un gasto total de 1.674 millones, según el demoledor informe elaborado por la Sindicatura de Comptes, organismo encargado del control económico del Govern.

El sobrecoste se suma al rosario de irregularidades, ilegalidades y deficiencias de todo tipo que constata el informe: no se cumplía la ley de contratos del sector público, no había control de nóminas ni de contratación de personal y tampoco existía una supervisión de la situación financiera del organismo. A todo ello se suma una total falta de colaboración, hasta el punto de que la Sindicatura no puede garantizar que las cuentas sean correctas.

Mea culpa

El Govern entonó ayer el ‘mea culpa' en relación a este informe, a pesar de que, en un primer momento, la portavoz del Ejecutivo, Núria Riera, minimizó su contenido y aseguró que el Govern ya estaba tomando medidas para arreglar el desorden generado por gobiernos anteriores. No se llevará el informe a Fiscalía, pese a que el informe señala que en algunas cuestiones se está incumpliendo la ley.

El director general del IB-Salut, Miguel Tomàs, no se mostró tan autocomplaciente y reconoció que el informe era muy negativo. «No estamos ni contentos ni satisfechos y ahora toca arreglarlo para que los sucesivos informes no sean así», explicó.

Explicó, en cualquier caso, que el Govern ha tomado medidas de racionalización y control referidas tanto al personal como a los contratación de bienes y servicios. Sin embargo, también precisó que la Sindicatura de Comptes no tiene en cuenta que los servicios sanitarios requieren en ocasiones de personal o de medicamentos que deben adquirirse por la vía de urgencia sin cumplir algunas de las prescripciones de la ley, pero eso no significa que haya irregularidades contables.

La oposición reclamó ayer más transparencia al Govern. El representante socialista Vicenç Thomàs aseguró que el Ejecutivo ha ocultado información de forma deliberada y señaló que hubo una falta total de controles internos.

La diputada de Més Fina Santiago anunció que pedirán la comparecencia del conseller de Salut, Martí Sansaloni, para que explique cómo es posible que se de esta situación, mientras que EU envió un comunicado en el que exige explicaciones urgentes.