Deficiencias en un centro educativo de las Islas. | (c) Sergio G. Canizares

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Un estudio realizado por la Asociación de directores de Secundaria (Adesma-Fadesib) determina que «Ir a la escuela puede ser peligroso». Señalan que un tercio de los centros tienen deficiencias que podrían afectar a la seguridad de las personas.

La Asociación de Directores de Infantil y Primaria (Adipma), la de Directores de Secundaria (Adesma-Fadesib) y la Federación de Padres i Madres de Alumnos de Mallorca (Fapa) alertaron ayer de este peligro, causado por la antigüedad y falta de mantenimiento de algunas instalaciones.

El informe, realizado el curso 2013-14, concluye con que un tercio de los responsables de institutos públicos encuestados, «cifra extrapolable a los centros de Primaria», dicen que «existen deficiencias estructurales que pueden afectar a la seguridad de las personas».

Muestra también que casi un 40 por ciento de los centros de Secundaria tienen más de tres décadas. Según este trabajo, «no se han destinado los presupuestos necesarios para el buen mantenimiento, aunque sí se han recortado las inversiones y las partidas para el funcionamiento de los centros, que en ocasiones han tenido problemas incluso para pagar los gasto ordinarios, de electricidad y calefacción».

En cuanto a las nuevas construcciones, denuncian que «se han hecho con una dotación presupostaria mínima y por eso hay centros con instalaciones y acabados muy precarios».