Maria del Mar Bonet fue investida doctora de la UIB en presencia de un numeroso público, ante el que intepretó varios de sus temas. Horas antes de la ceremonia asistió a la tradicional plantación de un árbol. | P.Bota/M.A.Cañellas

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Maria del Mar Bonet (Palma, 1947) fue investida este jueves doctora honoris causa de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Título que recibió «cantando, y no podría hacerlo en otro idioma que no fuera el catalán, porque así lo siento, lengua y sentimiento van de la mano».

La canción Rapsodia, de la Suite Mallorca de Baltaser Samper, marcó el inicio de la ceremonia, que arrancó con la entrada en procesión académica en el Aula Magna del edificio Arxiduc Lluís Salvador de la Universitat.

Asistieron centenares de personas, entre ellas representantes de la cultura, como el artista Miquel Barceló, el barítono Joan Pons o los músicos Manel Camp o Joan Bibiloni, entre otros, así como las autoridades de rigor –llamó la atención la ausencia del presidente José Ramón Bauzá–.

Después, tras unas palabras del rector de la UIB, Llorenç Huguet, y la presentación de la relatora, la funcionaria de la Universitat Aina Dolç, llegó el turno de Damià Pons, catedrático de Filología Catalana y Lingüística General de la UIB, que ejerció como padrí de la condecdorada y leyó unas palabras en defensa de su nombramiento, con las que hizo un recorrido por la «amplía» trayectoria de la autora de Què volen aquesta gent?

Tras este discurso, el rector Huguet invistió a Maria del Mar Bonet, a quien entregó el birrete, los guantes, la medalla, el anillo y un diploma acreditativo pertinentes, ante una gran ovación de los presentes.

Después, la cantante y compositora procedió a una breve intervención, porque, en realidad, la artista quiso hacer «lo que mejor sé», que es cantar. «De todos los honores, el título de doctora honoris causa me hace muy feliz, porque va más allá de mis sueños, y más en la ciudad donde nací...». Así inició su lección magistral, aunque «no pretendo que lo sea ni mucho menos». Después recordó a su familia, «mis padres querían que fuese a la universidad, hoy se sentirían orgullosos»; tuvo emotivas palabras para Montserrat Cases, y lanzó un mensaje a los actuales gobernantes del Partido Popular, que «parece que siguen el lema franquista de ‘divide y vencerás', porque su servicio al Gobierno central le ha llevado a atacar nuestra esencia con ignorancia y falta de sentido común».

La cantautora mostró también su amor y entrega hacia los países que baña el Mediterráneo y sus culturas, con las que ha bañado sus canciones, trabajando con músicos de «Siria, Turquía, Italia, Túnez, Egipto..», un territorio «en guerra y conflicto» para los que pidió la «paz y bonanza». Por esta razón, horas antes de la ceremonia, Bonet, en la tradicional plantación de un árbol, se decantó por un olivo, «símbolo universal de paz, de democracia...».

Entonces llegó la sorpresa de la noche, el poeta Biel Mesquida, amigo íntimo de la cantante, subió al estrado para dedicarle un poema.

Después, guitarra en mano, y acompañada por el guitarrista Borja Penalba, Maria del Mar Bonet, ya sin birrete, «creo que no podría cantar con un sombrero», deleitó a los presentes con una actuación en la que sonaron varios temas.