El portavoz adjunto de Podemos en el Parlament, Alberto Jarabo, ha considerado este lunes que la creación de la Facultad de Medicina en Baleares no es una «necesidad prioritaria» y que hay «otras prioridades más urgentes».
En rueda de prensa tras el anuncio de la presidenta del Govern, Francina Armengol, sobre la creación de estos estudios, Jarabo ha dicho que se trata de «un gasto totalmente innecesario» y ha «dudado mucho del beneficio» que estos estudios pueden suponer para los estudiantes de las Islas.
Sobre esta materia se ha manifestado también el PSIB, que ha recordado que este tema iba en su programa electoral y ha negado que se incluyera en el pacto de gobernabilidad. Además, ha explicado que para el año 2016 «tendría un gasto muy corto», de alrededor de 300.000 euros.
«El concepto es más que de coste, de inversión», ha dicho el diputado Vicenç Thomàs.
No obstante, Jarabo, en su rueda de prensa, ha insistido en que esta facultad no era una necesidad prioritaria para la mayoría de los grupos que apoyan al Govern. «Dudamos mucho del beneficio que puede suponer para los estudiantes esta implantación, hay medidas más baratas como que los estudiantes sean becados para estudiar en otras universidades» con lo que tendrían «un profesorado de un nivel mucho más elevado», ha concluido.
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La facultad de medicina lleva en boca de los baleares, al menos de sus gobernantes, desde hace décadas. ¿Hemos sobrevivido sin ella? Sí. ¿Se debe esperar entonces a que la situación económica mejore? Seguramente no sea conveniente, ya que aún no hemos alcanzado la cifra de estudiantes de medicina en España que se fijó en la Conferencia General de Política Universitaria del 12 de diciembre de 2007, por lo que aún se necesitarían nuevas facultades para cubrir toda la demanda nacional. Asimismo, hay publicaciones científicas que demuestran que la asistencia sanitaria es mejor en los hospitales docentes que en los no docentes. Por consiguiente, la facultad de medicina probablemente mejore la calidad de la asistencia sanitaria, a la par que contribuirá a mejorar la masa crítica docente e investigadora de las islas. Sin olvidar que va a ayudar a la acreditación del Institut d'Investigació Sanitària de Palma (IdISPa) dentro de la red de institutos de salud del Instituto Carlos III, lo que facilitará su financiación. No sólo hará falta menos dinero público de la Comunidad para mantenerlo, sino que posiblemente la inversión que se reciba mejore significativamente, con lo que habremos dado un paso significativo hacia una sociedad más vinculada al conocimiento y la innovación. Si de alguna forma queremos cambiar nuestro modelo productivo, o por lo menos diversificarlo algo más, hay que pensar en nuevas estrategias y, fundamentalmente, en invertir en investigación y desarrollo. Este es un concepto al que se alude con frecuencia, pero que luego ningún político, o casi ninguno, se atreve a abordar en su legislatura. Cuatro años son muy poco en investigación y los réditos electorales en un legislatura son por lo tanto muy escasos; es mucho más fácil vender una nueva autovía o un centro de congresos. Está claro, y lo saben todos, que la única forma de competir con regiones y países con salarios ínfimos y condiciones laborales deplorables es darle un valor añadido a lo que generamos y producimos en nuestra región. Sin embargo, y como hemos podido comprobar recientemente, la alternativa adoptada por nuestros gobernantes ha sido la devaluación de los salarios y la precariedad laboral. ¿Es eso a lo que aspiramos y lo que queremos? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de políticas sociales?