Vista general del canódromo. | Ultima Hora

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El Ayuntamiento de Palma quiere crear un bosque urbano de al menos 15.000 metros cuadrados que enlace con la Falca Verda al recuperar el canódromo y el parque del velódromo des Tirador de Palma, que suman unos 34.000 metros cuadrados de superficie, y convertirlos en una zona verde.

El consistorio empezará esta actuación en 2016, con los 500.000 euros disponibles de la Ley de Capitalidad, que destinará a la recuperación del espacio libre del Parc des Tirador y el canódromo, y calcula que el bosque empezaría a poder dar sombra en un plazo de dos o tres años.

«Queremos que se conecte ya con la Falca Verda y hacer que este espacio haga la ciudad más amable y habitable y al mismo tiempo que pueda combatir el cambio climático y el fenómeno de las 'islas de calor' con elevadas temperaturas que hay en Palma a causa del asfalto y los edificios altos», ha asegurado el teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, Antoni Noguera, en la presentación del proyecto.

Del antiguo velódromo de es Tirador, situado en la calle Miquel dels Sants Oliver, el Ayuntamiento conservará la pista ciclista, datada en 1903 y que fue la primera de España, así como el edificio, obra del arquitecto Gaspar Bennàssar, de 1918.

Según Noguera, lo más inmediato será la recuperación del edifico de Bennàssar que «está en buen estado y con pequeñas obras de adecuación podrá ser un equipamiento municipal», previsiblemente como sede del distrito de Ponent, que podría abrir a lo largo del año que viene con el objetivo de que «el espacio empiece a tener utilidad y sea un equipamiento utilizado».

Las pistas de pádel serán demolidas y del canódromo se intentará destinar el máximo de espacio posible al arbolado, tal como ha detallado Noguera, quien ha subrayado que «todo lo que se pueda se dedicará a zona verde y pulmón, éste es el objetivo».

El coste total del proyecto se estima entre 2 y 3 millones de euros, incluidos los 500.000 que se destinarán a él en 2016, ha señalado Noguera, que considera que «debe servir para superar algunos problemas de la ciudad» al conseguir que a medio plazo «haya un bosque que rompa con la dinámica de parques de cemento de la ciudad».

El arquitecto municipal Francisco Cifuentes coordinará el proyecto que comenzará recopilando toda la información existente sobre la Falca Verde y distintos proyectos que han afectado a la zona, con la intención de comenzar las obras en septiembre del año que viene.

El espacio verde permitirá paliar las «islas de calor», ya que la intención es que conseguir sombra con sistemas vegetales de crecimiento rápido como las parras, pero también arbolado con la plantación de pino y «lledoner» (almez) para que «la temperatura se mantenga unos 2 o 3 grados por debajo de la media de la ciudad», ha detallado Cifuentes.

Otro de los objetivos prioritarios es dar continuidad a una gran zona verde que permita atravesar la ciudad caminando o en bicicleta «casi desde el casco antiguo», a través del Parc de sa Riera, continuar el torrente hasta el polígono de Can Valero y la carretera de Establiments, en dirección hacia la Tramuntana.

Entre los elementos que se tendrán en cuenta para crear el bosque, el arquitecto ha mencionado la gestión del suelo (estudiando y trabajando su permeabilidad), el arbolado con la intención de empezar a tener sombra en 2 o 3 años, y una buena gestión del mobiliario con elementos reciclados y para que sea participativo.EFE