Fernando Gilet.

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Hay revoloteo político dentro del PP en torno a Fernando Gilet, que fue concejal de Cultura de Cort en la etapa Isern. Actualmente está apartado de la política y ha vuelto a su antiguo empleo en una entidad bancaria, pero sectores que se oponen al empuje regionalista que alientan a Biel Company para que sea presidente del PP, se fijan mucho en Gilet, que de momento ni confirma ni desmiente sino todo lo contrario, excepto en círculos todavía muy cerrados.

Hay tiempo. El congreso regional va para largo. Primero se tiene que celebrar el nacional y en estos momentos depende de factores complejísimos. No se sabe si Pedro Sánchez acabará formando Gobierno. Y caso de ser así, se ignora si Rajoy continuará. En Balears se toman la cosa sin prisa, aunque sin pausa. El único que está hasta la gorra es el presidente en funciones, Miquel Vidal. El santanyiner no esconde a nadie que le escuche que ya tiene ganas de dejarlo, que su compromiso era para unos pocos meses pero que los avatares de la política amenazan con eternizarle en la poltrona es una coyuntura de peleas internas. No está a gusto y se le nota.

En este contexto, los rodriguistas mantienen que apoyarán a un candidato alternativo a Biel Company y a los regionalistas. Su entendimiento con los núcleos de Hablan las Bases es sólo cuestión de tiempo. En conjunto, estos grupos se sienten fuertes en Palma, Calvià, Marratxí y Lluchmajor, con tentáculos en Pollença y algún otro municipio y con contactos en las otras islas. Pero les falta el ariete, la cara guapa con buen cerebro que encabece el movimiento. Jaume Martínez es una posibilidad, pero Fernando Gilet va ganando puntos. Se habla ya de algunos contactos con el secretario general, Andreu Ferrer.

A ello hay que añadir el factor 69. Ésa es la edad que cumplirá muy pronto José María Rodríguez, hora ya de pasar a un tranquilo y sereno segundo plano. No de retirarse del todo porque conociendo al personaje eso es imposible. Tal imperativo del paso del tiempo impone un nuevo presidente del PP-Palma cuando llegue su momento. Si Hablan las Bases y los rodriguistas conseguiesen imponerse en el futuro congreso regional, los siguientes pasos como designar al presidente de Palma «será pan comido». Este es el puesto al que aspira Álvaro Gijón, desplazando a los aliados de los regionalistas, comenzando por Mateu Isern, Francesc Fiol y la gente de Aina Aguiló. Ahí está el núcleo de la batalla que empieza a gestarse. Dicen que hasta José Ramón Bauzá ha vuelto a estirar las orejas y a humedecer el hocico, viendo que se articulan fuerzas que pretenden plantar cara a los que le echaron a él.

Respecto a Biel Company, muchos esperaban que ya tendría que haber dado un paso al frente mucho más firme, vistoso y gallardo.Pero Company es prudente por naturaleza. No quiere que el proceso interno acabe como la histórica procesión de Maria, que terminó a trompazos con el Sancristo convertido en arma arrojadiza. Además, Company sabe que algunos le están buscando las pulgas. No han encontrado nada, pero se han ido a investigar hasta una empresa que operaba por los aledaños de Portocolom y contrataba con el Govern. También ha habido run run sobre una empresa de desratización y mata insectos. Pero nada en concreto se ha hallado. Sólo comentarios que se lleva el viento.

En esto contexto se está gestando la gran batalla. Y ahora se mira hacia Fernando Gilet, el nuevo elefante blanco de la oposición al regionalismo.