Según ha declarado Diego Torres en la novena sesión del juicio del caso Nóos ante la Audiencia de Palma, el instituto respondió a la representante de Laureus «que ni en broma».
«Crear una sociedad en Londres que su única finalidad era ocultar que estábamos cobrando ese dinero, no se hacía», ha manifestado el socio de Urdangarin, que ha detallado que el correo electrónico en el que Corinna zu Sayn-Wittgenstein proponía a Nóos pagarle a través de una empresa en la capital británica fue remitido con copia al Rey Juan Carlos y al jefe de la Casa Real.
Según Torres, se decidió que cualquier sociedad que se creara para los proyectos internacionales de Nóos estaría basada en la Unión Europea y que «nada de paraísos fiscales».
Ha insistido en que su cuñado, Miguel Tejeiro, a quien se ha levantado la acusación y declarará a partir de marzo como testigo, fue quien se encargó de crear una sociedad en Londres para gestionar los proyectos internacionales del instituto que presidían él y Urdangarin.
«Nos pareció una buena idea, lógico, y se lleva a cabo. ¿Quién lo lleva a cabo? El señor Tejeiro con los colaboradores que ha tenido a bien a utilizar», ha explicado tras aclarar que él no sabía cómo se creó esa empresa porque no tiene «la menor idea de legislación asociativa inglesa», pero que no hubo «voluntad de ocultar nada».
«Yo estoy sorprendido de que el señor Miguel Tejeiro no este aquí sentado», ha opinado durante el interrogatorio este exprofesor de Esade, que ha apelado a su condición de maestro en esta escuela para afirmar que no le parece «ni oscuro ni extraño» que una sociedad que tiene proyectos internacionales cree empresas fuera de España.
Esa sociedad basada en Londres sirvió, ha aclarado, para ahorrar costes en la contratación de ponentes en los eventos que organizaba Nóos.
«A día de hoy sigo creyendo que está bien hecho», «estoy absolutamente en paz», ha dicho a lo largo de la declaración para defender esa estructura internacional de empresas que el fiscal considera que se usó para apropiarse del dinero público ingresado por Nóos.
Respecto a cómo se tomaban las decisiones en Nóos a la hora de abordar proyectos, ha dicho que en las reuniones del comité de dirección todos sus miembros debían estar de acuerdo (la infanta Cristina formaba parte de él) y no era «una idea de una persona».
«Yo sé que la gente tiene muy mala memoria o prefiere tener muy mala memoria, si quiere yo le enseño la estructura del Instituto Nóos», le ha dicho al fiscal Horrach, aunque ha aclarado que él, como vicepresidente, y Urdangarin, como presidente, son las personas que tienen «una labor más relevante».
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