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La batalla interna que vive el PP en toda España se vive con intensidad en las redes sociales. Es el inicio de la era post-Rajoy con los afiliados de este partido cada vez más revolucionados ante los acontecimientos. En este contexto ha aparecido una nueva Red, La Lagartija Verde, que ya tiene más de 7.000 seguidores. Defienden el ideal liberal-conservador pero desmarcados (que no enfrentados) del pijerío madrileño de la Red Floridablanca encabezada por Cristina Cifuentes y Javier Maroto, que buscan derribar a Rajoy, sobre todo si Pedro Sánchez consigue formar Gobierno. A diferencia de ellos, la Lagartija Verde se define como «anticasta».

Los integrantes de la Lagartija Verde ya se han puesto en contacto con Aina Aguiló para que explique en un artículo «la persecución» a la que está siendo sometida por parte de Antoni Deudero, presidente del Comité de Derechos y Garantías y jefe indiscutido de la corriente interna mallorquina Hablan las Bases. El secretario general, Andreu Ferrer, también se encuentra muy cerca de Hablan las Bases, y es el más interesado en expulsar a Aina Aguiló del partido.

Mientras, Aguiló ha pasado al contraataque y se ha dirigido mediante la Red a los elitistas de Floridablanca para recriminarles que hablen tanto de renovación interna pero luego apoyan y son retuiteados por personas próximas a Antoni Deudero, que ha expedientado a Aina Aguiló y busca expulsarla. «¿Qué casta de renovadores apoyan a los que abren expedientes a sus compañeros?». El caso de Aina ya se comenta en Madrid. Aguiló les ha recordado a los de Floridablanca que Bauzá tenía 35 diputados y cayó en las elecciones del año pasado hasta los veinte. Era lógico que dejase el cargo tras el desastre.

Miembros de Hablan las Bases aseguran que «no tenemos nada que ver con José Ramón Bauzá», pero los regionalistas no se lo creen. Siguen los movimientos de miembros de esta corriente en la Red, como es el caso de Bárcena o Graupera, entre otras y otros, y deducen «exactamente lo contrario. Aquí todos acaban enseñando el plumero», dicen estas fuentes regionalistas.

Así las cosas, el PP Balear es un manojo de comentarios. Se habla mucho de las amistades de José Ramón Bauzá en Madrid. Se dice que va mucho con algún senador valenciano próximo a la movida de Floridablanca. También se comenta que el gallego Núñez Feijoo no estaría lejos de este cotarro. Tienen un denominador común: No quieren a Rajoy de candidato en las próximas elecciones, tanto si son el próximo junio como dentro de año y medio o dos años. Se runrunea que Bauzá está muy resentido con Rajoy porque no le dio su apoyo cuando los regionalistas le pegaron la patada y sí tomó en consideración y con respeto a Miquel Vidal.

Pero el que ha llamado a la calma es José María Rodríguez, que está diciendo a su tropa gladiadora de Palma y a los regionalistas que quieran escucharle que «no os tenéis que tomar tan en serio a Bauzá. Le hacéis importante sólo si le contestáis. Pasad de él. Que diga lo que quiera. No hay que hacerle caso». Mucha gente en el PP comienza a darle la razón. San José María, el león veterano, está harto de Bauzá y se siente utilizado por el farmacéutico en la pasada legislatura. Comienza a perfilarse una educada relación (que no entendimiento) con los regionalistas. Bauzá y sus maquiaveladas les está uniendo a todos. El espíritu de La Lagartija Verde comienza a circular por el PP Balear.