Una primaveral tarde y noche ayudó a que fueran muchos los vecinos de Palma que este miércoles, Miércoles Santo, salieron a la calle para contemplar alguna de las siete procesiones que recorrieron los distintos barrios de la ciudad.
La cofradía castrense del Señor de la Humildad y Nuestra Señora de la Paz protagonizó, por séptimo año consecutivo, la procesión del Jesús de la Humildad portando la imagen de José de Arimatea, obra del escultor David Valenciano. El barrio de Sant Pere, fiel a su cita desde 1951, acogió la procesión del Sant Crist de Santa Creu, con los pasos del Sant Crist de la Columna y La Soledat, que ante la expectación de residentes y turistas salió de la iglesia de Santa Creu donde regresó horas más tarde. Los vecinos del barrio de Son Rapinya también salieron a la calle para poder contemplar el desfile procesional organizado por la cofradía de La Salle. La procesión de La Salle, que ya cuenta con 76 años de historia, salió de la iglesia de Sant Bartomeu.
De la parroquia del Sagrat Cor salieron las cofradías de Santa Mónica y la Soledat para escenificar el Camí de Getsemaní, que cuenta con mucha participación de los vecinos de la Soledat, Reis Catòlics y Aragó. En la Plaça Miquel Dolç se les sumaron los integrantes de la procesión del Sant Crist de l'Agonia, y las tres cofradías desfilaron juntas hasta la parroquia de la Soledat. La procesión del Sant Crist de l'Agonia salió de la iglesia de Sant Pius X, encabezando el desfile procesional una talla del Crist de l'Agonia, que cuenta con la devoción de muchos vecinos del barrio de Pere Garau. La procesión del Crist de la Sang del Molinar, que partió de la parroquia de esta zona marinera, contó con la participación de muchos penitentes. Alrededor de 80 cofrades desfilaron acompañando a la imagen del Sant Crist de la Sang y del paso de la Oración. Una de las procesiones del Miércoles Santo que cuenta con más participación es la que se llevó a cabo en el Polígon de Llevant. Un desfile procesional que cuenta con una característica propia, el paso de María Santísima de la Concepción, que se desplaza sobre ruedas, es llevado únicamente por mujeres. Este paso desfila acompañado del paso del Jesús del Gran Poder, portado por costaleros, y es la talla que da nombre a esta procesión.
7 comentarios
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A mi no me gustan els dimonis y por eso no estoy despotricando, tampoco me gusta la fiesta de la beata,si hablamos de rancio,aquí en Mallorca tenéis unas cuantas de esas fiestas.Respeto y tolerancia es lo q hace falta,así de simple
Viva la tolerancia. Tu debes ser como el perro del hortelano. Yo precisamente no soy creyente. Pero desde luego que no me molesta. Es más apoyo a las cofradías por su labor social. Pero si a ti no te gusta es fácil no mires.
Agunos ya no pueden... hacer de paseantes
Este "folklore" que tu dices interesa a la mayoría de las personas. Tu perteneces a la minoría. Para unos representa su fe y para los demás una tradición que reporta beneficios porque vienen muchos extranjeros a visitar los templos y a ver pasar las procesiones y esto deja dinero. Unos turistas que en su mayoria no son católicos, hasta incluso hay algunos agnósticos y ateos tolerantes con las creencias de los demás.
Mucho "paseante".
No dais ni una , el paso de María Santísima de la Concepción , la llevan a peso
¡Que dure el folklore más rancio y antiguo de este país!.