Joan Huguet. | Javier Coll

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Mientras unos se matan a navajazos internos, tanto en Madrid como en Balears, otros piensan, se exprimen los sesos y escriben. Es el caso de Joan Huguet, expresidente del PP Balear, exvicepresidente del Govern con Gabriel Cañellas y expresidente del Parlament y del Consell de Menorca. Huguet ha escrito un texto titulado «Partido Popular. Un tiempo nuevo Ganar el futuro desde el presente». Es prácticamene un libro, que hará llegar a Mariano Rajoy y del cual ya tiene un amplio borrador el presidente regional, Miquel Vidal. Son 90 páginas plagadas de ideas y de iniciativas para intentar que este partido recupere el pulso. La parte final lo dedica a su partido en Balears y apuesta por un «regionalismo integrador desde el liberalismo social».

Huguet ha sido uno de los grandes despreciados del PP Balear en los últimos tiempos por las camarillas que han tenido l poder de manera coyuntural, sobre todo desde que José Ramón Bauzá alcanzó la presidencia, apoyado entonces por los regionalistas. Estos desprecios no son nuevos en esta formación, especialista en aplastar el pie sobre su propio pasado. Cabe recordar que Bauzá prácticamente echó de su puesto de trabajo al expresidente Cristòfol Soler en el Centre Balears Europa. Hasta este punto llega la falta de calor humano dentro del PP.

Pero Huguet no se ha desmoralizado. Todo lo contrario. Ha escrito con ímpetu juvenil bañado en sus más de treinta años de experiencia política. Ha redactado el documento partiendo de la debacle del zapaterismo, la llegada de Rajoy al poder y analizando las causas de la actual pérdida de apoyo popular que sufre el PP. De cara al futuro inmediato apuesta por la reforma de la Ley Electoral y, desde la óptica interna, clama por un mayor incremento de la democracia interna y por la transparencia. Un veterano como Huguet está desarrollando el esfuerzo de renovación cuando curiosamente los jóvenes de las Nuevas Generaciones están más preocupados por los picotazos y las pugnas internas.

En el fondo, Huguet recupera el espíritu del cañellismo, entendido como la defensa de los valores propios desde una perspectiva de sumar esfuerzos, siendo positivos y sin ningún ánimo de sectarismo. Todos los liberal conservadores caben es este proyecto. El documento es una bocanada de aire fresco tras tanto guerracivicilismo en las filas populares. Tras tanto odio y tanta estupidez.