Mohammad Harrak, sonriente.

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El joven de 26 años marroquí detenido este martes en Palma relacionado con la organización terrorista Daesh «no frecuentaba la mezquita», han asegurado varios miembros de la comunidad de Marruecos del barrio de Son Gotleu donde han sido arrestado.

Tres marroquíes que frecuentan las dos mezquitas del barrio, que han preferido mantener el anonimato, han explicado que este joven no iba a ninguna de las dos, a la que sí acuden con frecuencia los padres del detenido.

De similar forma se ha pronunciado un inmigrante de Gambia, quien tampoco ha querido facilitar su nombre.

Según han relatado los tres ciudadanos marroquíes, el joven reside con sus padres y tres hermanas en el primer piso de un bloque de viviendas humildes de Son Gotleu, un barrio tradicional de Palma en el que también residen inmigrantes de numerosas nacionalidades.

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Esta familia, que antes vivía en el barrio de Es Rafal de la capital balear se trasladó hace aproximadamente un año a la barriada en las que actualmente habita, y el que se sabe que el padre intenta ganarse la vida «con trabajos sencillos que va encontrando», como la recogida de chatarra.

«Los padres son gente sencilla, muy buena», han relatado las fuentes consultadas, que han añadido que el joven detenido «no hacía vida de barrio».

El piso donde se ha producido la detención se encuentra en el número 53 de la calle de Santa Florentina, a varios centenares de metros de dos mezquitas de la Calle del Regal: el Centro Islámico At-Tauhid y la mezquita de la Comunidad Islámica-Isahn de les Illes Balears, que a las 10.00 horas estaban cerradas.

El presidente de la mezquita At-Tauhid, El Arbi Haddouti, ha apuntado que «no se ha detectado ningún radicalismo, ni mayor presencia policial en los últimos meses».

Además, en relación a la detención del joven marroquí residente en el barrio, ha lamentado que «noticias como ésta hacen mucho daño al mundo musulmán».