La Conselleria de Salut y el Ministerio de Sanidad hacen hincapié en los peligros potenciales de la henna negra, una sustancia parecida a la henna natural a la que se le agregan colorantes y otros productos que pueden producir reacciones alérgicas graves.
Con la llegada del buen tiempo resulta habitual que en playas, ferias, mercadillos y otros eventos al aire libre se ofrezca la realización de estos tatuajes temporales mediante la aplicación directa del producto sobre la piel, sin inyección intradérmica.
La henna de origen natural se obtiene a partir de hojas y flores de un arbusto, que se mezclan con distintos productos para formar una pasta de color marrón verdoso.
Esta composición debe estar en contacto directo con la piel tanto tiempo como sea posible para conseguir un tatuaje de color rojo castaño que, por regla general, permanece entre tres y cuatro días.
En cambio, la henna negra añade materiales como la p-fenilendiamina, prohibida para su uso directo sobre la piel, por la posibilidad de reacciones cutáneas y de quedar permanentemente sensibilizados, haciendo que futuros contactos con esta sustancia, presentes por ejemplo en muchos tintes de pelo, puedan desencadenar un cuadro de dermatitis alérgica de contacto.
Los expertos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) afirman además que los sintomas de estas reacciones alérgicas pueden aparecer hasta varias semanas después de su aplicación, y abarcan desde picor, enrojecimiento y manchas, hasta ampollas o incluso decoloración permanente de la piel y cicatrices.
5 comentarios
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A mí me gustan hay mucha gente que les queda bien, a mí no me quedaría bien con la de pelo que tengo eso de depilarse ufff alguna vez sí pero toa la vida
¡Podrían haberse ahorrado semejante foto en la portada!
que tendra que ver los tatuajes con la henna negra
B.- Efectivamente. Basta ver a la inmensa mayoría de futbolistas, dan asco.
Es que el simple hecho de tatuarse es cosa de cortitos. Hace 40 años los únicos que llevaban tatuajes eran gente ordinaria, de condición social baja, no en el sentido de pobreza material sino pobreza moral.