Vista general del Moll Vell de Palma. | Ultima Hora

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El actual equipo de gobierno del Consell ha vuelto a dar pasos para intentar hacer realidad una aspiración histórica de Palma: contar con un museo marítimo. Pero la dura realidad se ha impuesto. No hay ni lugar de posible ubicación ni el compromiso que sería deseable por parte del resto de instituciones implicadas.

Hace más de veinte años que se habla de la necesidad de este museo. La historia marítima de una ciudad como Palma, fundada en el 123 antes de Cristo, es impresionante. La ciudad cuenta además con un parque del Mar frente a sus seculares murallas. Tiene una configuración única para hacer realidad este anhelo, contra el que se han estrellado anteriores presidentes del Consell.

Sus actuales gobernantes ya han hecho la propuesta a la Autoritat Portuària, que sería el organismo encargado de designar el lugar en toda la zona de su competencia, junto al mar, obviamente. Pero en el Consell esperan la respuesta de los responsables del puerto, con Joan Gual de Torrella al frente. En el Consell son comprensivos. No es fácil encontrar un edificio con todas las condiciones necesarias dentro del área portuaria, preferentemente en el Moll Vell, génesis del puerto de Palma. Pero no quieren renunciar a este objetivo. Una Palma repleta de turistas no puede ofrecer a sus visitantes una idea de su impresionante historia marítima ni del peso que ha tenido y tiene dentro del Mediterráneo.

Desde los años noventa se han barajado diferentes lugares. Ninguno ha llegado a buen puerto. El último pseudo museo marítimo que se recuerda estaba ubicado en el Consolat de la Mar en los últimos tiempos del franquismo, cuando el edificio había prácticamente dejado de ser la sede del Movimiento Nacional. Incluso en la actualidad en su interior aún queda alguna de aquellas maquetas históricas. Del resto, al parecer, no se tiene constancia de donde fueron a parar.

Y después, en democracia,...nada. También el concurso de Cort sería interesante de cara a este objetivo, muy ligado al turismo de ciudad hoy tan en auge, pero que necesita de ofertas que den más empaque y categoría a la capital y a su fachada marítima. El Consell, ahora presidido por Miquel Ensenyat, hace un nuevo esfuerzo, al menos en el aspecto teórico y de reimpulsar la idea. Sin embargo, han habido tantos fracasos y dilaciones en el pasado que nadie es optimista en este aspecto. Los museos no son el fuerte de los políticos baleares.