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Los partidos que integran el Govern balear, PSOE y MÉS, y los de la oposición han exigido este miércoles a Podemos que zanje la crisis institucional abierta tras expedientar el partido de Pablo Iglesias a la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, la segunda autoridad política de Baleares, y a la diputada Montse Seijas.

La reunión de la Junta de Portavoces de este miércoles ha evidenciado la situación que atraviesa la institución y la ruptura de estas dos diputadas con su partido, que cuenta con diez diputados.

Podemos apoya la gestión del Govern, aunque no forma parte del ejecutivo de izquierdas porque así lo decidió al inicio de legislatura.

El lunes pasado, Podemos abrió un expediente disciplinario a las dos diputadas por anunciar que votarían en contra de los presupuestos autonómicos del Govern de 2017 al no renovar el ejecutivo un convenio científico con otro miembro de la dirección de Podemos Balares, Daniel Bachiller, que también ha sido expedientado.

La presidenta de la cámara ha explicado que en la sesión plenaria celebrada este martes tanto ella como Seijas votaron con el PP porque su grupo las «borró del Telegram», la mensajería electrónica, y, como consecuencia de ello, no supo el sentido del voto de su partido.

Huertas ha reiterado que es «inocente» y que su abogado le aconsejará qué debe hacer, incluida la opción de presentar querellas contra sus compañeros de partido.

Por su parte, Montse Seijas, ha criticado con severidad la gestión de Alberto Jarabo al frente de Podemos en Baleares y sus intereses personales en el ente público autonómico de radio y televisión IB3.

Seijas se ha referido a la existencia de un informe interno que ha circulado en el seno de Podemos sobre los intereses personales de Jarabo en IB3, en los nombramientos de directivos y en el aumento de los contratos en esta legislatura de la productora en la que trabajó antes de dedicarse de lleno a la política.

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Mientras tanto, la portavoz de Podemos en el Parlament, Laura Camargo, ha pedido hoy «prudencia, calma y responsabilidad» y que «no se entre en una guerra interna».

Camargo ha insistido en que los expedientes abiertos se deben «estrictamente» a un asunto de «disciplina» y de un presunto incumplimiento del código ético del partido.

Desde el PSIB-PSOE, su portavoz parlamentario, Andreu Alcover, ha afirmado que a su grupo le gustaría que Podemos «arregle cuanto antes por el bien de la institución» la crisis abierta. «Cuando un problema se vuelve visceral, se puede enquistar y parece que vamos por este camino», ha advertido.

Desde la formación nacionalista MÉS per Mallorca, David Abril ha señalado que «la prioridad número uno» es que el actual acuerdo político de legislatura con socialistas y podemitas «incluya normas de convivencia para evitar convertir la política en un espectáculo».

Desde la oposición, la portavoz del PP, Marga Prohens, ha asegurado que la presidenta del Govern, la socialista Francina Armengol, «no se puede lavar las manos» ante la situación de «inestabilidad» del Parlament.

«Armengol es la máxima responsable de la inestabilidad porque es quien eligió a estos compañeros de viaje y socios, gracias a los cuales es presidenta del Govern», le ha recordado.

El portavoz de Ciudadanos (C's), Xavier Pericay, ha requerido que la situación de «interinidad» que vive el Parlament se resuelva «cuanto antes». Además, ha lamentado que «las pugnas internas de un partido estén afectando a toda una institución» y ha manifestado su preocupación ante una situación que considera «encallada».

Finalmente, el portavoz de los regionalistas del PI, Jaume Font, ha declarado hoy que la suspensión cautelar de militancia se debe a «bregas personales» y a una «purga» en Podemos.