Joana Aina Campomar. | Jaume Morey

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El western del Parlament lleva camino de complicarse cada vez más. Jarabo tiene el apoyo del PSIB para descabalgar a Xelo Huertas, todo indica que a cambio de que Podemos dé su apoyo a los Presupuestos y que permita que el nuevo president sea el socialista Vicens Thomàs.

Pero el asunto podría liarse aún más. En MÉS han visto la jugada y por lo bajini comienzan a filtrar que les gustaría tener una presidenta del Parlament «neutral», es decir, de su formación. Tienen colocada en la Mesa a Joana Aina Campomar, que es su candidata caso de que, una vez que Xelo se quede sin cabellera, haya movimientos socialistas para que sea nombrado Vicens Thomàs. Por parte podemita todo indica que subirá a la Mesa Marta Maicas una vez expulsada Huertas. Pero si cae Xelo y el nuevo presidente es Thomàs se producirá un cambio significativo en este órgano. Una siempre espinosa pugna de paridad de sexos.

Hasta hace poco había tres mujeres allí arrriba: Xelo, Joana Aina y Maria Salom. por dos hombres: el socialista Thomàs y Miquel Jerez del PP. Pero al ser nombrada delegada del Gobierno Maria Salom, su puesto ha sido ocupado por un varón, nada menos que el presidente del PP, Miquel Vidal. La correlación hombres mujeres se mantiene todavía con pinzas porque la presidenta sigue siendo una mujer, Xelo. Pero si ésta cae y es sustituida por Vicens Thomàs, la testosterona tomará el mando en el puente de mando del Círculo Mallorquín en una etapa tan turbulenta como la actual. Hay miedo a que la travesía parlamentaria acabe en mareo generalizado.

Es lógico que que MÉS quiera aprovechar la coyuntura y comience a moverse para que la nueva presidenta sea Joana Aina Camponar, chica templada y serena. Ya han lanzado los primeros mensajes, todavía tímidos pero evidentes para quien quiera entenderlos.

Pero el principal objetivo, hoy por hoy muy complejo, es tumbar a Xelo. Aún no está claro como lo harán. Necesitan un informe de los letrados del Parlament afirmando que Huertas dejará de ser presidenta cuando su expulsión de Podemos sea firme. Pero luego habrá que convocar a la Mesa para tomar la decisión definitiva. ¿Y quién ha de convocar esta Mesa? Obviamente Xelo Huertas, que no parece dispuesta a hacerse el haraquiri y sí, por el contrario, a presentar demanda judicial contra Jaramo, Camargo y Echenique al sentir lesionado su honor.

El cirio ardiente es enorme. En el pleno de este miércoles miembros del Pacte se quejaron de que Xelo ha hecho la «pinza» a los partidos de izquierdas dándole mucho viento al PP en sus intervenciones. La situación actual puede convertirse en insostenible a medio plazo si la izquierda no echa a Huertas. «Pero ni será sencillo, ni está claro quién la vaya a suceder, ni hay consenso dentro de la izquierda sobre la solución final».

En su conjunto, este cacao tragicómico parece una superproducción cinematográfica de la Jarabo-Goldwin-Mayer. No falta ningún ingrediente.