La música animó las distintas plazas de Palma, aunque la participación varió de unas a otras. El frío invitaba más a estar cerca de los 'foguerons' que de los escenarios. | J.M./J.T./T.A./M.A.C

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El público de la Revetla de este jueves se ha agrupado alrededor de los foguerons más que enfrente de los escenarios, en una noche fría y en la que planeba constantemente la amenza de lluvia. Además el viento provocó que muchos lugares se llenaran del humo de las hogueras, haciendo incómoda la velada para muchos mientras esperaban las actuaciones. Fue, por ejemplo, el caso de la Plaça de l’Olivar, en la que actuaron Xanguito, Marga Rotger y Kepa Junquera & Sorginak.

En la calle Jacint Verdaguer inauguron los Hattori Hanzo Surf Experience, inicialmente ante un escaso público. A ellos les siguieron La Barraca Sound System, Siniestro Total –cabeza de cartel– y el tributo a Serrat y Sabina de 2 Pájaros a tiro.

La Plaça d’Espanya fue, junto con la Plaça Major –la primera que iniciaba la Revetla, a partir de las 20.30 horas–, la más concurrida. En ambas sonaban estilos de música muy diferentes: en la primera, pop a cargo de Alambres, Búhos, Please, Smoking Stones y el cierre de la música ochentera, marca de la casa, del dj Juan Campos, acompañado por Txema Sánchez.

La Plaça Major volvió a acoger el panorama folk y el ball de bot de la Isla, con las actuaciones de Al Mayurqa –ya presente el año pasado–, seguidos por Música Nostra, Oques Grasses y Boc.

La Plaça de Joan Carles I tardó en entrar en calor. Más tranquilas estuvieron la Plaça Porta de Santa Catalina –que este año sustituía a la Llotja–, con el jazz de Monkey Doo, Soul Café, Jazz Fingers y Maria Rosselló i los botifarrons– y la Plaça de la Reina. En esta última se reunieron pocos, aunque fieles, y con muchas ganas de fiesta, que avivaron el fuego con aplausos y algún que otro tarareo –en el caso de la Plaça de la Reina, con quejíos del flamenco de Tom Trovador, Rumba Katxai, José el Francés y Camela–.

Los artistas de la Plaça de Santa Eulàlia –el dj Óscar Romero, Pere Janer y Paula Serra– inyectaron ritmo cada uno a su estilo.