Un agente llama al orden a uno de los manifestantes. | Joan Torres

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«No estamos yendo contra el sector del taxi, estamos mejorando el transporte público», ha asegurado este miércoles el director general de Movilidad, Jaume Mateu, tras reunirse con los representantes de los taxistas que se han manifestado contra las líneas regulares de autobús del aeropuerto a zonas turísticas.

Mateu ha recibido a una representación de los alrededor de 700 manifestantes concentrados ante la sede de la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad, a los que ha reiterado su oferta de diálogo, concretada ya en cuatro reuniones y con una quinta convocada para el viernes.

«Negamos la mayor», ha dicho el director general respecto al gran impacto sobre su negocio que denuncian los taxistas. Según los cálculos del Govern, el servicio de autobuses a las áreas con mayor concentración de hoteles generará anualmente unos 800.000 viajes, mientras que el año pasado en taxis y autocares discrecionales salieron y llegaron al aeropuerto 26 millones de usuarios.

Además, Mateu considera que muchos de los usuarios potenciales de los autobuses regulares no son clientes del taxi, sino que utilizan el transporte público para llegar a sus hoteles pasando por la estación intermodal de Palma, con lo que lo servicios del aeropuerto supondrán una mejora del servicio que se les presta.

El responsable de Movilidad del Govern ha destacado también que, en contra de lo que sostienen los taxistas, las líneas regulares prestarán servicio a los residentes que necesiten llegar o salir del aeropuerto, puesto que tendrán paradas en Inca, Manacor y Llucmajor.

Mateu ha insistido en que su departamento mantendrá abiertos los canales de negociación con las asociaciones de taxistas, a las que el viernes planteará una nueva oferta de mejoras para tratar de superar el conflicto.