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«No estamos en la oposición», ha dicho este miércoles el diputado de MÉS per Menorca, Pep Castells respecto a la posición de su grupo en el Parlament tras abandonar el Govern por la destitución de la consellera de Transparència, Cultura i Esports, Ruth Mateu, a raíz del caso de los contratos a Jaume Garau.

«Nuestra situación no es la misma, pero hay caminos diferentes para conseguir un objetivo, que en nuestro caso es luchar por nuestro ideario y los intereses de los menorquines», ha indicado el diputado.

Castells ha hecho estas reflexiones tras presentar 32 enmiendas que su grupo plantea al proyecto de Ley de Industria, enmiendas que, ha asegurado, se hubieran propuesto aunque no se hubiese producido la crisis del Govern por los contratos adjudicados sin concurso por conselleries de MÉS a su antiguo jefe de campaña en Mallorca, Jaume Garau.

Respecto a si el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, debería seguir el ejemplo de Ruth Mateu porque su departamento también contrató a Garau, el diputado menorquín ha opinado que «no debería dimitir», aunque ha subrayado que esa es una apreciación personal.

En cuanto a sus enmiendas a la Ley de Industria, ha afirmado estar dispuesto a «aliarse con quien haga falta para defender» los intereses del sector, una postura que no consiste en ir «en contra de nadie».

MÉS per Menorca propone la creación de un consejo de industria en Baleares con el fin de «estimular la participación del mundo empresarial en la definición de las políticas que afectan al sector», ha detallado Castells.

«Es totalmente incomprensible que no se cuente con el sector para hablar de la industria», ha afirmado, y ha definido ese consejo como «el órgano de participación, consulta, y asesoramiento del Govern en esta materia».

La iniciativa forma parte de las 32 enmiendas que ha presentado el partido con el objetivo de «corregir un texto que demuestra poca sensibilidad y escaso conocimiento sobre la situación de la industria en nuestra comunidad», ha declarado.

El diputado ha asegurado que el proyecto presentado por el Govern es «incoloro e insípido», y que presenta «clamorosas carencias».

Las aportaciones de MÉS per Menorca pretenden solventar, entre otras cuestiones, lo que el partido considera «el problema número uno» para la competitividad de las empresas, los costes de la insularidad, mediante reducciones en las tarifas portuarias o simplificando los procedimientos de compensación.

Asimismo, los menorquinistas apuestan por llevar a cabo una serie de actuaciones para «apuntalar el sector y que no cierren más empresas».

En este sentido, el diputado de MÉS per Menorca ha afirmado que el Govern «debe prestar atención especial a los negocios que estén en riesgo y tomar medidas».