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La sección segunda de la Audiencia Provincial ha acordado inhibirse de la pieza número 9 del caso Palma Arena y remitirla a la sección primera, que juzgará juntas la 8 y la 9, contra el expresidente del Govern Jaume Matas por contratar a los arquitectos para construir el velódromo Palma Arena.

El tribunal de la sección segunda ha acordado en un auto remitir la pieza separada número 9 y que se acumule en favor de la número 8 porque es la más antigua, por economía y simplificación procesal, para que se dicte una sola sentencia y para evitar así el riesgo de resoluciones contradictorias, ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares en un comunicado.

En ambas piezas los acusados son Matas y el exdirector general de deportes, José Luis «Pepote» Ballester.

El auto de este viernes deriva de la vista previa celebrada el lunes pasado en la Audiencia, donde todas partes estuvieron de acuerdo en que se celebre un solo juicio por las dos contrataciones que existieron para el diseño y la dirección de obra del velódromo Palma Arena.

La sección segunda se inhibe así en favor de la primera, que ya tenía fijada fecha para juzgar la pieza 8, entre el 11 y el 15 de septiembre. El tribunal considera «aconsejable y técnicamente correcto» que se juzguen unidas.

La pieza 8 versa sobre la contratación del arquitecto Ralph Schürmann, y la 9, sobre la adjudicación de la dirección de obras al despacho de arquitectura GR1.

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Según la sección segunda de la Audiencia de Palma, si bien en un principio pudo tener sentido formar dos piezas distintas, «en realidad se trata de una misma unidad fáctica» y si se juzgan por separado podrían dar lugar a resoluciones contradictorias.

Además, los acusados son los mismos y desde el punto de vista de las penas, juzgarlas juntas podría ser beneficioso para su defensa.

La sección segunda considera que jurídicamente puede ser una sola acción, con un delito de fraude y uno prevaricación, o que ambos sean castigados en grado de continuidad por ser una sola la finalidad pretendida.

Según la Fiscalía Anticorrupción, Matas designó a la Fundación Illesport para que se ocupara de la construcción del Palma Arena y puso a Ballester al frente.

Ballester concertó la obra verbalmente con Schürmann en noviembre de 2004 y los arquitectos Luis y Jaime García Ruiz (GR1) recibieron el encargo de Matas de colaborar con dicho arquitecto, que ni siquiera estaba colegiado en España.

Se contrató a Schürmann por 9.466.216 euros sin expediente de contratación y omitiendo los principios de publicidad, concurrencia, igualdad y transparencia y sin justificar la supuesta exclusividad. El arquitecto presentó facturas por 2,3 millones y cobró 1.632.216 euros.

Este contrato se rescindió en 2005 y, de nuevo sin procedimiento previo de contratación, Matas y Ballester encargaron a GR1 que siguiese con la construcción del velódromo. Con el despacho de los García Ruiz se formalizó otro contrato por 8.559.446 euros.