Por Margaret Bayard (1778-1844), periodista de la época y amiga de Jefferson, sabemos que el entonces presidente quería disponer de buenos vinos de mesa para las recepciones y comidas. Para ello, pedía a los diplomáticos al servicio de Estados Unidos que le enviaran ‘delicatessen' y buenos vinos de Francia, Italia, Madeira… Y también lo pidió al cónsul de EEUU en Balears, John Martin Baker, como consta en un documento localizado por Ultima Hora en los Archivos Nacionales de Washington.
A principios del siglo XIX, el comercio entre Balears y Estados Unidos era muy escaso. De allí nos llegaba algo de salmón, alubias, arroz y mantequilla. La principal ocupación del cónsul debía encontrarse en el puerto, donde recalaban los barcos americanos y se despachaban víveres y mercancías. Mallorca exportaba naranjas, limones, pimientos rojos y sobre todo vino, tanto blanco como tinto.
Jefferson le solicitó en 1809 a Baker —menorquín pero naturalizado estadounidense— que le enviara productos de la Isla. En concreto, le pidió vino albaflor –possiblemente del Pla, donde después lo produciría el Arxiduc Lluís Salvador-; de Banyalbufar –donde se elabora el afamada variedad de malvasía–, aceite, pasas, alcaparras y anchoas. ¿Le llegaron las pipas de vino mallorquín a Jefferson? Pues eso no está documentado, pero que salieron de Mallorca, sí.
Baker también tuvo muy buenas relaciones con el cuarto presidente de EEUU, James Madison (1751-1836). Escribió un libro sobre el comercio mediterráneo de su tiempo muy interesante, que se imprimió en Washington en 1819. Conocía muy bien Mallorca. De nuestra Isla escribió que estaba poco poblada y que era rica en producciones agrícolas.
De Menorca también sabía lo suyo, incluso le envió a Jefferson, como buen espía que debía ser, planos del puerto de Mahón (1805) «con la esperanza de que el Puerto de Mahón sea considerado en algún momento útil para la armada de Estados Unidos».
7 comentarios
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I sobrassades i formatge de Maó. Aquests gringos no es priven de res,
En 1809 estabamos en plena guerra de independencia. Los prisioneros de Bailén llegan a Cabrera y a Mallorca los refugiados de la peninsula que huyen de la guerra... se iba a poner caro alimentarse en Mallorca, en Cabrera casi imposible... pero a Jefferson le mandaron sus caprichitos.
A Jefferson se le tiene por el primer enólogo gringo. Su bodega llego a ser muy famosa. Jefferson gastaba bastante en comprar vino.
Dios porqué le diste lengua al que no tiene cerebro?
Gràcies per compartir!!
Y debido a eso en EEUU no quieren ningún producto mallorquín jajajaja. Se ve que no le gustó mucho,sobre todo el vino jajaja
no tenía mal gusto.