La incineración de residuos de fuera en Mallorca generó una importante ola de rechazo entre entidades ecologistas, partidos políticos y sectores de la sociedad civil. | Pere Bota

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El Consell de Mallorca ha acordado este jueves en sesión plenaria instar al Parlament para eliminar de la normativa actual la posibilidad de importar residuos de fuera de Baleares.

En este sentido, la consellera insular de Medio ambiente, Sandra Espeja, ha insistido que «es imprescindible cerrar todas las puertas a la importación de residuos para que Mallorca no vuelva a ser nunca más el estercolero de Europa».

Según ha explicado la institución insular en una nota informativa, la importación de estiércoles contribuyó a incrementar la generación de escorias y de cenizas.

Por otro lado, el acuerdo en el pleno incluye la modificación del artículo 24 de esta misma ley para la creación de una tarifa específica para que la materia orgánica deje de ser una obligatoriedad y sea opcional.

Desde el Departamento de Medio Ambiente han destacado que la separación de materia orgánica incrementaría las tasas de reciclaje y disminuiría la incineración, lo que permitiría cerrar dos hornos de la incineradora. Además, han indicado, su eficiencia aumentaría, provocando una mayor venta de energía que repercutiría en la tarifa.

«La implantación de una tarifa específica sería ahora mismo un factor disuasorio con efectos negativos muy previsibles para la economía de los municipios», ha dicho Espeja.

Igualmente, la implantación de la recogida de materia orgánica mejoraría también las tasas de recogida selectiva, que según la normativa europea tienen que ser del 50 por ciento el 2010 y del 65 por ciento el 2030.