PALMA - Francina Armengol presentó ayer su precandidatura a la Secretaría General del PSIB. | Michel's

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La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha afirmado este martes en el Parlament que «el turismo de borrachera es muy minoritario en Baleares», por lo que ha abogado por dar una imagen positiva de las islas sin deja de combatir el incivismo de algunos visitantes.

Armengol ha asegurado que el ejecutivo está trabajando en medidas a corto plazo para perseguir comportamientos que atentan contra la convivencia, como el incremento de las inspecciones y sanciones a locales que ofertan alcohol de forma ilegal y del control policial en las zonas de mayor concentración de turistas.

En este sentido, ha subrayado la importancia de una actuación coordinada entre las administraciones estatal, autonómica y locales y ha destacado la iniciativa de la Conselleria de Turismo de pedir que se estudien restricciones a la venta de alcohol en los aviones.

A medio y largo plazo, el Govern trabaja incentivar en el incremento de la calidad de la oferta por parte de las empresas en las zonas turísticas maduras del archipiélago, como Magaluf, cuya mejora ha elogiado, y Sant Antoni de Portmany, ha explicado la presidenta.

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Armengol ha señalado además que la regulación del alquiler turístico que este martes se aprobará en la cámara legislativa autonómica y la futura modificación de la normativa del alojamiento hotelero con todo incluido contribuirán a la mejora de calidad necesaria para reducir el incivismo de algunos turistas.

Sin embargo, el diputado de El Pi Jaume Font, que había preguntado a la jefa del ejecutivo sobre sus planes ante la proliferación de «peleas, juergas en la playa intolerables» y otras «escenas» que dañan la imagen de Baleares en el exterior, ha subrayado que buena parte del problema radica en el «todo incluido barato».

A juicio de Font, se está responsabilizando de desmanes a un sector de turistas, los que alquilan viviendas, que gastan entre 80 y 100 euros al día, en lugar de poner el foco sobre los que pagan de 30 a 35 euros por alojarse en hoteles con todo incluido.

«Matamos moscas a cañonazos», ha lamentado el diputado regionalista, que ha reprochado al Govern su demora en reformar la regulación del todo incluido en la Ley General Turística.