Personal sanitario atendiendo a un paciente en el hospital.

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La convocatoria de una oferta pública de empleo (OPE), con un total de 1.294 plazas para trabajar en el Servei de Salut, está pendiente de la redacción del decreto que regulará los requisitos y las excepciones para poder trabajar en la sanidad pública. De las 1.294 plazas públicas, 647 son de turno libre y las otras 647 son plazas de promoción interna para el personal que ya está trabajando en algunos de los centros y servicios del IB-Salut. En esta convocatoria se ofertarán plazas de médicos (pediatras, anestesistas o médicos de familia), enfermería, celadores, administración y auxiliares administrativos, entre otras.

Hay que tener en cuenta que cerca del 40 % de la plantilla de personal que trabaja actualmente para el IB-Salut es eventual o interino, y que muchos de estos trabajadores llevan meses, desde que se anunció a principios de año que se llevaría a cabo la OPE, preparándose para poder conseguir un puesto de trabajo estable en la sanidad pública balear.

El hecho de que todavía no esté completamente cerrado cómo se exigirá el requisito del catalán ha creado bastante malestar entre los trabajadores que están preparando la OPE, más de 1.000 se apuntaron a los cursos organizados por el Sindicato de Enfermería SATSE.

Antes de que la consellera de Salut, Patricia Gómez, dejara claro que el catalán será un requisito para todos los empleados de la sanidad pública, los sindicatos ya acusaban al IB-Salut de discriminación por el hecho de sólo querer exigir el catalán (nivel B1) a los auxiliares de enfermería.

Los sindicatos CCOO, SAE y CSIF denunciaron, el pasado mes de julio, que sólo exigir el catalán a los auxiliares de enfermería supone «una discriminación» de este personal con respecto a los de otras categorías profesionales.