Taltavull, en el centro, con los miembros del Colegio de Consultores. | Jaume Morey

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A las doce de la mañana de este martes, las campanas de la Catedral de Mallorca, y de las iglesias cercanas, sonaban para celebrar el nombramiento de Sebastià Taltavull (Menorca, 1948) como nuevo obispo de Mallorca. En una convocatoria de prensa urgente en el Palacio Episcopal, se confirmaba la decisión del Papa ante los miembros del Colegio de Consultores y otras autoridades eclesiásticas.

El acto ha comenzado con la lectura de la carta del nuncio en el que se comunicaba oficialmente que Taltavull, después de un año dirigiendo la Iglesia de Mallorca como administrador apostólico, es el nuevo prelado de la Isla. Por cuestiones de agenda, ha explicado, el acto oficial se celebrará el 25 de noviembre, a las 11.00 horas. Hasta entonces, mantendrá también sus cargos como administrador apostólico y obispo auxiliar de Barcelona.

Sebastià Taltavull inicia esta nueva etapa con «estado de ánimo positivo». Desde que el 8 de septiembre de 2016 el Papa le encomendara ponerse al frente de la administración de la Iglesia de Mallorca, «he pensado mucho en cómo servir al pueblo de Mallorca. Durante este tiempo he podido percibir el deseo de una Iglesia transparente, humilde y cercana a las personas». El nuevo Obispo espera en este tiempo «haber cumplido con lo encomendado», aunque ha reconocido que ha sido «un tiempo de mucha plegaria y trabajo, de mucho ir y venir. No ha sido fácil».

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Taltavull ha compartido que este martes por la noche irá a Lluc para rezar a la Mare de Déu, «porque la anterior vez lo hice y me fue muy bien».

Durante este anuncio, el Obispo ha hablado, entre otras cosas, de la necesidad de iniciar una nueva etapa bajo la reflexión de «que nos ha alejado de una parte de la sociedad», de actuar con proximidad y de trabajar por el diálogo interreligioso y multicultural «para una convivencia en paz tan necesaria». También ha reconocido que ha escuchado las críticas y ha animado a los católicos a no decaer en la práctica esencial de la participación en la eucaristía.

A preguntas de los periodistas, el Obispo ha compartido que en este último año ha mantenido hasta cuatro encuentro con el Papa Francisco. «En uno de ellos le hablé de Ramon Llull, de la canonización, y terminó contándomelo él a mí. Estaba muy bien informado». La última ocasión le regaló un cuadro y sostiene que tienen una relación fluida y que el Papa le ha dado «ánimos».

El acto ha concluido con un fuerte aplauso y con la confirmación de todos los cargos de la curia.