El escrito de la Fiscalía deja casi al margen del caso, al igual que lo hacía el juez, al otro catedrático de la UIB investigado, Xavier Busquets (en la imagen a la izquierda). Toda la responsabilidad recae en su copañero Pablo Escribá. | LIPOPHARMA
Palma22/09/17 4:01
El recurso de la Fiscalía contra el archivo del ‘caso Minerval' pretende que la causa vaya ya a juicio. El ministerio público no reclama ninguna prueba más y pide a la Audiencia Provincial que revoque el sobreseimiento del caso y que ordene al juez instructor dictar auto de pase a procedimiento abreviado con el que se inicien los trámites para juzgar al catedrático de la UIB Pablo Escribá por estafa. Se trata de un delito castigado con hasta seis años de prisión.
9 comentarios
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Paree ser que para la mayoría es difícil creer que no haya habido estafa. Aunque sólo fuera por ello, y por las circunstancias, que tendría que haber un juicio. No queriendo decir que haya engaño o corrupción por parte del juez la gente está harta de que les tomen el pelo desde las instituciones
Casi todos los comentarios dan por sentado que hay una estafa sin conocer realmente nada de nada del caso. Ya hay una sentencia diciendo que no la hay, y nadie se la cree. De esto se deduce que solo hay confianza en el sistema judicial si lo que dicen coincide con nuestra opinión del tema. Pero en juicio no se forma con opiniones, sino con hechos contrastados y aplicando las leyes en vigor. La gente haría bien en recordar que hay presunción de inocencia.
Me parece bién llevar el caso a juicio. Por lo menos los que hasta ahora no han visto estafa tendrán otra oportunidad
Qué hay detrás de todo esto o se quiere esconder y tapar. La corrupción en nuestra comunidad es algo natural y legal como se está viendo, sólo van contra los desgraciados
Fue desconcertante escuchar de boca del rector de la UIB las possibles bondades del minerval y su prescripción desde allí mismo... como para quitar peso a las graves irregularidades. Pero todo està en linea con la gestión del asunto por parte de los altos cargos de la UIB desde hace al menos 7 años.
Por lo que he leído hasta ahora no veo la estafa por ningún sitio.
La UIB ha ofrecido medias verdades y mentiras cada vez que le han pedido explicaciones. Antes de ello su actitud fue de desprecios continuados y repetidos hacia testigos de los mismos hechos durante años, que obviamente les estaban dando la llave para evitar los abusos y que al final estallase. Las conclusión de la supuesta investigación que se supone que realizaron ni es creíble, ni tiene significado, ni valor. Eso sí, les permitió seguir sin hacer nada al respecto, que es lo que querían. No veo viable un tipo de gobierno de este tipo para lo que se supone que debe ser una universidad.
La fiscalía parece aportar bases contundentes para llevar el caso a juicio. Además, también en mi opinión, y aparte de que las familias estaban en situación desesperada, como es de entender, el producto se suministraba desde una universidad. Este hecho seguro que le añadía valor teórico, por tanto más alta probabilidad de engaño a los compradores. No nos engañemos: hasta hace poco (esperemos que hayamos aprendido con este caso) era más probable que comprásemos un crecepelos si nos lo vendía un catedrático desde una universidad
Todavía continua el mismo rector, que si hubiese ejercido su obligación no hubiese ocurrido la estafa.