El presidente de Empresaris de Catalunya, Josep Bou, junto a Rafael Company (derecha), insistió este viernes en que hay que recuperar la confianza de los mercados, la normalidad y que vuelva la estabilidad y seguridad jurídica. | Joan Torres

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El presidente de Empresaris de Catalunya, Josep Bou, afirmó este viernes en Mallorca en un acto invitado por GE Business Palma, que «ya se ha exportado el nacionalismo soberanista catalán a Balears y Valencia, lo cual no es bueno».

Bou añadió que, a diferencia de lo que ha pasado en Cataluña en los últimos años, «aquí, se tiene que rebatir con argumentos y datos lo que puede suponer, porque en caso contrario va a crecer el soberanismo en Baleares y esto no interesa a nadie. La seguridad para la economía, en este contexto, es vital».

Apuntó que en Cataluña, durante muchos años, se ha dejado larvar una situación similar que o no se ha visto desde Madrid o se ha dejado de lado por cuestiones políticas. «Esto en Balears no tiene que ocurrir», enfatizó.

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Bou, acompañado por el presidente de GE Business Club de Palma, Rafael Company, centró su intervención en detallar el daño económico del ‘procés' en Cataluña y al conjunto de España, que se ha traducido ya en un descenso del PIB estatal previsto para este año de 0,3 puntos pero, de mantenerse la inestabilidad, podría generar una caída del 2,5 % en el próximo bienio, equivalente a 30.000 millones de euros.

En su opinión, la aplicación del artículo 155 de la Constitución supone el fin de la hegemonía nacionalista y el inicio de la recuperación de la confianza económica: «No obstante, una parte del daño está hecha con la salida de casi 2.000 empresas. Es una sangría económica terrible».

Esta patronal cifra en un 30 % la caída del negocio en bares y restaurantes; del 25 % en los hoteles, que además tienen sus reservas a la mitad que el año pasado; en un 50 % el descenso de las compraventas de viviendas; en el 20 % en las grandes superficies y en el 11 % en el pequeño comercio.

Preguntado sobre las elecciones del próximo 21 de diciembre y los posibles resultados, dejó claro que «los catalanes no son tontos, aunque es cierto que hay una parte que están fanatizados». En este punto comentó que si tras el 21-D se volviera a conformar un Govern separatista «no irá tan lejos como el destituido, porque ya saben lo que pasa cuando se saltan la ley».