Imagen de archivo de un comedor escolar. | Josep Bagur Gomila

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El pasado curso, 10.184 alumnos de los centros educativos públicos de Balears fueron usuarios de los servicios de comedor, lo que representa un 9 % del total de estudiantes de la enseñanza pública de las Islas. En los últimos años se ha registrado un incremento de la demanda de este servicio, que es considerado una medida para la conciliación familiar.

Sin embargo, los datos del pasado curso no igualan los de los años anteriores a la crisis, cuando se superaban los 11.000 usuarios de comedores públicos escolares, con una punta en el curso 2005-06 de 11.267 alumnos. La crisis hizo que muchas familias renunciaran al comedor o que, al estar uno o dos progenitores en paro, no les resultara necesario recurrir a este servicio prestado por los centros.

Los comedores escolares no sólo tienen una función asistencial, pues incorporan un proyecto educativo con la finalidad de trabajar hábitos y actitudes entre el alumnado que utiliza este servicio. El director general d'Innovació i Comunitat Educativa, Jaume Ribas, explica que «actualmente, de los 185 centros públicos que ofrecen servicio de comedor, 64 cuentan con cocina propia. El resto se reparte entre los que son servidos por uno de los centros que tiene cocina propia y los servicios de catering.

Hace dos años, sólo un instituto ofrecía servicio de comedor. Ahora son cuatro. Un total de 85 centros ofrecen productos ecológicos en sus menús escolares. En realidad, éste ya es un requisito en las nuevas concesiones. En el colegio público de Alaró, el uso de productos ecológicos y de proximidad ya supera el 50 %. El control sanitario de los comedores y de los menús corresponde a la Dirección General de Salut Pública, mientras que los ayuntamientos son los encargados de controlar el agua utilizada en elaboraciones y cocciones. Los menús deben ser equilibrados y avalados por un nutricionista o profesional sanitario».

Licitaciones
Las licitaciones de los comedores escolares son por dos años, prorrogables. Se tiene en cuenta la valoración económica, la valoración nutricional, el uso de productos ecológicos y el de aceite de oliva, entre otros factores. La media de los menús en los comedores escolares públicos es de 5,80 euros.

Para el curso curso 2017-18, la Conselleria d'Educació i Universitat ha destinado a ayudas de comedor escolar 2,1 millones de euros frente a los 1,5 millones del curso anterior, que finalmente fueron ampliados a 2 millones ante el aumento de la demanda. La previsión para el curso 2018-19 es de 2,3 millones de euros. Con estas ayudas, se pretende facilitar el servicio a los alumnos con necesidades económicas o situaciones sociofamiliares desfavorables, incluyendo a los centros concertados.

Una de las novedades es el adelanto de la convocatoria de ayudas, de tal manera que el plazo de presentación de solicitudes oscila entre finales de mayo y principios de junio del curso anterior. Hace dos años, las familias beneficiarias debían adelantar el dinero y posteriormente se les retornaba si se les concedía la ayuda. Ello suponía problemas graves a familias que ni siquiera tenían la capacidad de adelantar el dinero. Con el modelo actual, las familias saben antes de iniciar el curso si cuentan con la ayuda de comedor.

Para el curso 2017-18 se han superado los 3.000 alumnos beneficiarios de las ayudas, concretamente 3.232 (2.108 de centros públicos y 1.124 de concertados) frente a los 2.976 del curso pasado, un incremento del 8,6 %.