El Ico' ratifica sus acusaciones realizadas durante la investigación del 'caso Cursach'. | Alejandro Sepúlveda

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Francisco Fernández Cortés, 'El Ico', ha declarado este viernes ante el juzgado que lleva la investigación de la macrocausa de corrupción policial, también conocida como 'caso Sancus/Cursach', y ha ratificado todas sus acusaciones realizadas durante la instrucción.

De esta manera, 'El Ico', que ha salido de la cárcel donde está en prisión preventiva por otro caso, ha afirmado que sus declaraciones fueron llevadas a cabo de manera «voluntaria» y ha descartado que estuviera bajo el efecto de sustancias estupefacientes.

Asimismo, a su salida de los juzgados, acompañado de un agente policial hasta el furgón policial, ha dicho: «Me reafirmo en todas mis denuncias». A esto, ha acusado al abogado que había asegurado que se iba a retractar en esta declaración de querer buscarle «la ruina».

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Ante las preguntas del Ministerio Fiscal -el resto de presentes no ha formulado-, ha manifestado que «nunca» había declarado durante los interrogatorios de la instrucción sin secretario judicial y que en algunas ocasiones había estado la médico forense para certificar que no se encontraba bajo los efectos de sustancias estupefacientes.

Durante su declaración, el hijo de 'La Paca' ha manifestado, asimismo, que lo juraba «por sus muertos», algo que «para los gitanos» significa mucho, tal como ha resaltado.

En concreto, las declaraciones llevadas a cabo por 'El Ico' hacen referencia a extorsiones por parte de policías locales con las que le exigirían dinero a cambio de no clausurarle el local que tenía en la zona de Gomila (Palma), entre otras.
Cabe recordar que 'El Ico' declaró a principios de febrero como testigo en un juicio celebrado contra un agente de la Policía Local y un funcionario de prisiones, por un presunto delito de obstrucción a la Justicia y otro contra la salud pública del que finalmente quedaron absueltos.

Durante este juicio aseguró haber recibido amenazas de muerte por parte de ciudadanos rumanos, supuestamente desde el entorno del empresario Bartolomé Cursach, llamándole «chivato» y diciéndole «que les daba igual que fuera gitano y el hijo de 'La Paca'».