A pesar de que en Palma llevan en activo desde el año 1952, la familia Serra ya estaba en el oficio desde mucho antes, concretamente desde 1915. José Serra, el padre del actual propietario del negocio, abrió la primera Rellotgeria Catalana en este año, en el municipio Barcelonés de Berga. «Mi padre era mecánico tornero, pero puso la relojería. Vinimos a Mallorca cuando yo tenía un año, y abrió la tienda aquí». En los inicios del comercio, la familia Serra vivía en la parte de atrás de la tienda y el propietario asegura que «llevo tantos años aquí que ya es costumbre, no puedo ni recordar la primera vez que entré a la relojería».
En 1990, los propietarios acometieron una reforma en todo el local. A pesar de que cambiaron todo, siguen manteniendo el estilo clásico y lo que sí conservan es «toda la herramienta antigua de trabajo». El propietario explica con pena que «el oficio de relojero se está perdiendo. Era una profesión que se solía pasar de padres a hijos, y se tarda en aprender». Tampoco quedan muchas escuelas, según el propietario sólo hay una activa en Barcelona y son «cinco años de estudio, tres generales y dos de especialización, como una carrera».
Una de las cosas que más critica Serra es la ya famosa obsolescencia programada. Asegura que «cada vez es más complicado trabajar porque ahora los relojes se hacen para que no duren mucho. Antes un reloj te duraba dos vidas, y cuando digo dos vidas son dos vidas. Después, se reparaba y te podía durar otros 50 años más tranquilamente. Las calidades de ahora hacen que los relojes de hoy en día no pasen de diez años».
Sus clientes son de todo tipo, ya que, como bromea Serra, «reloj lleva todo el mundo, y aquí hacemos desde una restauración de un reloj antiguo hasta cambios de pila». Ahora, a pesar de la crisis, lo tienen más fácil que hace unos años porque el contexto del barrio ha cambiado: «Hemos pasado años muy malos, en los 70 y 80 había mucha droga y la gente tenía miedo y no venían, a pesar de que nunca ha pasado nada».
Aunque el barrio se ha revalorizado, Serra explica que «por esta concepción nueva de Palma, de hacerlo todo peatonal, los comercios se van muriendo y todo son souvenirs para turistas. Pero claro, ¡si alguien tiene un reloj grande que reparar tiene que dejarlo en la puerta de la tienda!». El comerciante asegura que ve «muy bien esta iniciativa de establecimientos emblemáticos, y las instituciones tienen que buscar soluciones que ayuden al pequeño comercio, es lo que da carácter. Para irte a una ciudad y ver franquicias, mejor no te mueves».
14 comentarios
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Será un negocio emblemático, pero el trato que ofrecen es lamentable, sobre todo el de la señora que aparece en el mismo video
La mayoría de comentaristas opinan que todo lo que lleve inherente algo catalán es malo. A este negocio, y por consiguiente a su familia, los están juzgando antes de conocerlos. ¿Todos los Franciscos son golpistas?. Les he comprado relojes y les he llevado a reparar algunos que me han regalado, comprados en franquicias por amigos y familiares. En ambos casos me han atendido con atención y con profesionalidad. Lo conozco desde el colegio y nunca ha salido la filiación política de cada uno. Lo considero una buena persona y ruego que se abstengan de hacerle comentarios ofensivos. Saludos Juan, y perdónalos porque no saben lo que hacen.
La incultura no reside solo en los "faxas". Si tenemos en cuenta que faxas eran los del 18/7/1936, ¿Cómo llamamos a los del golpe de estado catalanista?. ¿Únicamente solo sabe insultar a diestro y siniestro?.
¿Obsolescencia programada es que prefiera gastarme 25 eur cada 10 años a gastarme 1.500 eur, aunque me dure toda la vida? Yo lo llamo más bien hacer los números, y sentido común.
Para los incultos que no conocen Palma y la flipan con la "Cabra de la Legión", tenemos una relogería Alemana, otra Suiza, otra Española, incluso, la que más vende se llama "El Corte Inglés". Pero, a lo vuestro, comprad relojes marca "Real Madrid" hechos en China con pilas metálicas que luego tiráis en el WC y a fliparla con la banderita rojigualda pegada en la correa.
Es veu que els sotasignants no saben reconèixer el valor de la mesura del temps per procediments mecànics, els dissenys artesanals i la seva història, el patetisme dels comentaris deixarien bocabadades les gàrgoles de la seu, si poguéssin llegir.
Entre els comentaris que es llegeixen aquí abaix i els de la granadina que s'encandalitza perquè la missa a la Seu és en català, estam ben arreglats.
Que gran verdad...
Radiografia perfecta de l'auditori, tots els comentaris semblen fets amb el mateix verí de la incultura fatxa. La meva enhorabona a Joan Serra i la seva família perquè durant 65 han han contribuit a dignificar el comerç i a donar sentit a una manera singular de fer Ciutat, salut¡¡
Y le sobra la razón. ¿Cuántos jóvenes en Mallorca aprenden el maravilloso mundo de la relojería, si es que se puede aprender?. Nadie. Hay que hacerse funcionario. Dos mil leandras (mínimo) cada mes. Y si solo se trabaja por las mañanas, mejor que mejor. Y de montar negocios propios, con los inconvenientes y riesgos que ello lleva consigo, res de res. Por cierto: el nombre no es lo más adecuado. Si, pero relojeros no quedan.