En este documento, se recuerda la obligación del docente, «por razón de su cargo», a prestar auxilio e impedir la agresión «con su intervención inmediata o acudiendo a la autoridad en caso de riesgo propio o ajeno. Si es necesario, se pedirá ayuda al policía tutor o a los cuerpos y fuerzas de seguridad». Ante un episodio de agresión, el documento determina que debe intervenir «el profesor más próximo al conflicto y se debe reunir el personal necesario según las características del caso. En la intervención se deben tener en cuenta los principios de oportunidad -la actuación debe ser necesaria- y proporcionalidad -la intervención debe adecuarse a la gravedad del conflicto y a la peligrosidad de los involucrados-».
El debate sobre estas cuestiones siempre conduce a si hay que recurrir, aunque sea en último extremo, a la violencia para frenar la violencia. Para el documento, el uso de la misma está totalmente descartado y sólo se permitirían acciones defensivas para neutralizar al agresor: «Cuando no haya más remedio, es decir, después del fracaso de cualquier otra forma de intervención, se deben utilizar técnicas no agresivas, evitando golpes y movimientos bruscos innecesarios, para intentar neutralizar la acción violenta y únicamente si el docente cree que no puede controlar la situación él solo, debe pedir ayuda».
Las orientaciones de la Conselleria también se dirigen a la necesidad de «desalojar a las otras personas presentes en la zona y sacar del contexto a los implicados. Se aconseja la presencia de más de un profesor, aunque es conveniente que sólo hable uno de ellos. Se deben evitar discusiones y expresiones poco respetuosas. Hay que mostrarse seguro y decidido, pero no provocador. El momento de crisis no es el más adecuado para hablar de medidas correctoras. No se debe ignorar el conflicto, hacer como que no se ha visto, intervenir con agresividad o gritando, juzgar, recurrir a la ironía, reír o hacer bromas pesadas o amenazar con castigos en el momento de la crisis». Así, se considera que los menosprecios y las amenazas de castigo no son recomendables. Finalmente, el documento habla sobre la manera de calmar a un alumno violento: «Con tiempo, aislándolo, respirando. Se debe escuchar sin juzgar, transmitir tranquilidad, dejar que exprese su irritación. Es mejor hablar poco a poco para vincular y empatizar».
18 comentarios
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Estará entre ellas que Valtonyc de una charla?
Ellos son los primeros agresores con el catalanismo.
Se ha quitado la autoridad al profesor porque somos un pais de "tatachines", que somos en todo más que nadie, y si es libertad, los primeros y así en todo. Cuando es mucho más fàcil de discernir el mal profesor que el malo de cuarenta alumnos. Cuando los profesores tenían autoridad, al que se pasaba de la raya le paraban los pies. Eso es más sencillo y controlable a que miles de alumnos anden sin control. Para mí es un gran error y que además no refuerza para nada la educación que debería partir en una gran parte desde casa y la familia.
Pep pons té raó , oh legendary pep pons
La mayoría de estoz comportamientos son evitables, si los jefes de estudios y directores de los centros fuesen autoridad y actuasen como deben, sin tolerar comportamientos incivicos como insultos, destruccion de material y una larga lista... El unico motivo porel que cogen estos puestos es para tener reducciones de jornada etc para solo trabajar 4 o 5 horas semanales, asi nos va
El gran problema de este país que no tiene término medio. Lo que sucede ahora no es normal,no existe el respeto hacia los profesores y en general hacia los mayores. Y esto ocurre porque nos hemos ido a los extremos. La mayoría de padres hoy recuerdan todavía la mano ligera de los maestros de antaño. Porque sí, no lo vamos a negar, antes los profesores arreaban que daba gusto y no pasaba nada,tenian impunidad total y eso ha marcado un antes y un después. Y se nos ha ido de las manos.
En Trump no va de castellà.No podran fer trilingüísme.
Un artículo en el cual no se menciona ni una vez cómo atender a la víctima del agresor o agresores. El docente tiene que concentrarse después en atender y calmar al agresor (¿y qué sucede con la víctima mientras tanto?). Coincido con Marco en que la culpa es de la burbuja en la que viven los niños hoy en día y los docentes no son respetados por sus alumnos ni por los padres. Con aulas masificadas y sin profesores de apoyo ni orientadores que pisen las aulas, los docentes están abandonados por el sistema actual que no hace más que emitir directrices y teorías sobre cómo desarrollar su trabajo por parte de gente que no se ha visto en una situación similar en toda su vida.
Todo el dia haciendo papeles e informes , por supuestos algunos se cobran y otros no, que se lo digan a la cajas b y a los contratitos a amigos . Estoy de acuerdo en muchos comentarios . Todo cambio cuando el profesor o profesora , empezo a ir de amig@, imagino porque muchos pedagogos lo dicen . Cuando muchos padres y madres , se creen que sus hij@s son unicos y suspenden o hacen cosas como el bulling porque el docente es malo o les tiene mania , y son los primero en ir a darle al docente o le quitan autoridad , cuando hemos pasado de la libertad al libertinaje , la sobreproteccion , la necesidad de que por favor me quiten al niñ@ esas hora en el colegio que ellos ya se encargan y en casa no los queremos , cuando nos centramos mas en los derechos que en enseñarle obligaciones a los niñ@s, las redes sociales en menores que fomentan la estupidez , l excusa del “son niñ@s”. Podria seguir pero la culpa es de tantas leyes de educacion y dejadez de politicos .
El problema que tenemos es que si un profesor chilla, o le da un capón a nuestros hijos , enseguida le denunciamos, recuerdo en mi niñez década de los 70 / 80, que ningún alumno le ponía peros a los profesores " cuanto hemos cambiado " Yo le daría a los profesores el cargo de autoridad cuando esté desempeñando su trabajo, igual alguno se lo pensaría antes de agredirlos, y responsable los padr@s.