Momento en que Ladaria, acompañado del resto de purpurados, concelebró su primera misa con el Santo Padre en la plaza de San Pedro. | Josep Pons Fraga

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La organización de una eucaristia en Mallorca, que será oficiada y presidida por Luis F. Ladaria Ferrer, y la continuidad del proceso para la canonización y proclamación de Ramon Llull como doctor de la Iglesia son las dos cuestiones que ahora gestionan el nuevo cardenal manacorí y el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.

La Diócesis de Mallorca quiere dar la bienvenida y felicitar al nuevo purpurado –Ladaria es el primer eclesiástico mallorquín que en los últimos 200 años ha accedido al colegio cardenalicio con una solemne ceremonia– para lo que se barajan las opciones de la Catedral de Palma y la iglesia dels Dolors de Manacor, aun cuando el prefecto de la Congregacion de la Doctrina de la Fe y nuevo cardenal es alérgico a los honores y homenajes.

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Las características que definen a quien ha sido teólogo de los tres últimos papas –Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco– son su discreción, rigor y eficacia en interpretación teológica de las grandes cuestiones que preocupan al catolicismo del siglo XXI, y su lealtad a los sucesores de Pedro. De facto, como responsable del dicasterio de mayor relevancia, al marcar y custodiar la correcta doctrina católica en la Iglesia, Luis Ladaria es hoy el ‘numero 3' del Vaticano, después del Pontífice y el secretario de Estado.

Pocas horas después de haber sido creado cardenal por el papa Francisco, Ladaria Ferrer concelebró este viernes su primera misa como purpurado con el Santo Padre. Tuvo lugar en la plaza de San Pedro, con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo. Una eucaristía que congregó a miles de personas y que incluyó la entrega del palio a los 29 arzobispos metropolitanos creados durante el pasado ejercicio.

Bartomeu Villalonga, rector del Seminario de Mallorca, manifesto a Ultima Hora que «la creación de Ladaria como cardenal supone un reconocimiento a su trayectoria, su trabajo teológico y su persona después de haberle asignado el papa Francisco la extraordinaria responsabilidad de dirigir la Congregación de la Doctrina de la Fe». Añadió que «valoramos su vinculacion con Mallorca, porque siempre ha ejercido y ejerce de mallorquín, mantiene contacto con su isla natal y con los mallorquines que se desplazan al Vaticano».