Para los científicos de la asociación Shark Med no cabe duda, por varias razones, de que el gran escualo avistado en aguas baleares no era un tiburón blanco sino un cailón (Lamna nasus). | Pixabay

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La noticia del supuesto avistamiento de un gran tiburón blanco en aguas de Cabrera corrió como la pólvora. Sin embargo, ya desde el mismo momento de su difusión, algunos expertos expresaron dudas sobre que el avistamiento se correspondiera con el mítico depredador oceánico, tan célebre en el imaginario popular gracias al cine.

Es el caso, por ejemplo, de los científicos Ana María Abril, de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y Eric Clua, de la Universidad de Perpignan, ambos especialistas en tiburones e integrantes de la asociación Shark Med, para los que no cabe duda, por varias razones, que el gran escualo avistado en aguas baleares no era un tiburón blanco sino un cailón (Lamna nasus), algo que no obstante es «una noticia tan importante como si hubiese sido un tiburón blanco de gran tamaño».

Los científicos explican que la diferencia entre un tiburón blanco (Carcharodon carcharias) y un cailón (Lamna nasus) o un marrajo ‘Mako’ (Isurus spp.) es muy difícil, a no ser que se sea un experto. Son de la misma familia de los tiburones sardineros, con la misma forma general, excepto por algunos detalles.

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El tamaño importa, pues el ‘Mako’ es demasiado alargado para coincidir con el tiburón de Cabrera, el blanco puede alcanzar los 6 metros y el cailón no sobrepasará los 3,7 metros. El documentalista testigo del avistamiento dijo que el animal «medía 5 metros» pero sin ninguna prueba fotográfica. En este caso, se inclinan por pensar que se exageró un poco su tamaño.

Además, ven en la disposición de las aletas y en la forma de nadar, muy activa y rápida, otros claros indicios de que el tiburón no es un gran blanco, cuya forma de desplazarse por el agua es más tranquila y suave.

Finalmente, los expertos lamentan el hecho de que la postura a favor del rigor científico fuese analizada como un intento de freno a la importancia de la noticia general a favor de los tiburones del Mediterráneo occidental. Es todo lo contrario y aseguran que no desean mantener ninguna polémica al respecto.

«El hecho de que se trate de un cailón adulto, que ha alcanzado la talla máxima de la especie, es una noticia tan importante como si hubiese sido un tiburón blanco de gran tamaño. Ejemplares como este, al máximo de su capacidad reproductora, son las mejores bazas para el aumento de las poblaciones de escualos», apuntan los expertos, que esperan poder trabajar con el personal de Alnitak, y «con todos los que cuidan al maravilloso mar que rodea a las Baleares».