El director de Son Reus resalta la labor que hacen los voluntarios que acuden al centro para cuidar a los perros. | Redacción Local

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El Centre Sanitari Municipal de Protecció Animal de Son Reus está muy cerca de alcanzar el objetivo del ‘sacrificio cero' con tan solo una eutanasia de perro en lo que va de año. Las cifras han ido bajando de forma espectacular en los últimos cinco años y, de hecho, el veterinario y director del Son Reus desde hace veinte años, Pedro Morell, considera que «las cifras actuales ya son de sacrificio cero».

En 2013, detalló, se practicó la eutanasia a 132 canes, bajaron a 72 en 2014, un año después fueron 52, al siguiente fueron 7, el número se elevó a 9 el año pasado y este año, hasta ahora, solo ha habido una.

Por tanto, explica Morell, con una media de 2.500 perros que entran en el centro cada año que las eutanasias hayan estado por debajo de las diez en los últimos tres años supone un ‘sacrifico cero'. Aclara que las eutanasias se refieren a perros sanos que nadie adopta, pues los sacrificios a animales enfermos no entran en esta contabilidad.

Este logro se debe a un conjunto de razones. Así, declara el director del centro, «cada vez se abandonan menos perros, los dueños recuperan más a sus mascotas en caso de pérdida porque se ponen más chips, y se adoptan más animales, en el primer semestre un 8 % más que en el mismo periodo del año pasado». Otro factor es que a partir de 2012 Son Reus dejó de acoger perros de toda Mallorca y pasó a albergar solo animales de Palma.

El responsable del centro reconoce que las pocas eutanasias que aún se ven obligados a practicar afectan por completo a perros de razas potencialmente peligrosas (PPP's), que son también la mayoría de los canes alojados en Son Reus.

En este sentido, Josep Maria Rigo, coordinador general de Ecologia, Agricultura i Benestar Animal, apunta que «estos perros son más difíciles de adoptar por el estigma, a menudo injusto, que supone pertenecer a esta categoría». «También supone un obstáculo a su adopción –añade– el hecho de que la ley obliga a sacar una licencia específica para tener uno de estos animales».

A día de hoy, el centro presenta un alto grado de saturación, con 80 de las 100 jaulas ocupadas. La ley establece que un animal puede estar 21 días en un centro de acogida, pero en estos momentos en Son Reus hay un perro de raza potencialmente peligrosa que lleva más de 160 días.