El Ayuntamiento de Palma contará con la colaboración de cinco colegios profesionales para agilizar la concesión de licencias de obras y actividades, según ha anunciado este viernes el concejal de Modelo de Ciudad, Urbanismo y Vivienda Digna, José Hila.
El consistorio ha firmado acuerdos con los colegios oficiales de Arquitectos, de Aparejadores, de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, de Peritos e Ingenieros Técnicos Industriales y de Ingenieros Industriales Superiores.
Actualmente, el Ayuntamiento de Palma suele tardar más de tres meses en conceder una licencia a quién la solicita con toda la documentación en regla y el concejal de Urbanismo confía en que la ayuda de «los profesionales» sirva para acelerar los trámites.
El acuerdo firmado, que es un protocolo de intenciones, comenzará a tener aplicación práctica «dentro de tres meses», ha indicado Hila, que lo ha definido como el «inicio de un camino que deberá mejorarse de manera continua».
La colaboración que aportarán a Cort los diferentes colegios se refiere a mejoras en la tramitación, en el soporte legal y en la agilización de un sistema electrónico que se instalará exclusivamente para el apartado de solicitud de licencias en la página web del Ayuntamiento.
«Cuando todo esto funcione, Cort será un ayuntamiento del siglo XXI», ha dicho Hila, tras resaltar la «necesidad de acortar los plazos de respuesta ante las peticiones de licencias».
Hila no ha precisado cuál será el presupuesto ni los plazos que se marcarán en el nuevo calendario de trabajo.
«Ahora tenemos el objetivo marcado y ya estamos trabajando para que, próximamente, las peticiones de licencias simples puedan ser solicitadas a través de internet», ha apuntado.
Cort tramita, aproximadamente, unas 6.000 licencias sencillas al año y unas 1.000 de obras mayores.
1 comentario
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la solución no es implementar un sistema electrónico... eso solo va a evitar que la persona "pise" el ayuntamiento... pero los lios monumentales persistiran. Primero porque durante un tiempo perviviran ambos sistemas (papel y escrito) y luego porque ante la novedad siempre hay un desgaste de puesta en servicio que ahora tampoco conviene. Segundo, porque la culpa viene en gran parte por la ingente cantidad de reglamentos, normativa, legislación, simplemente insufribles. Tercero, la picaresca de los solicitantes, siempre con algo que esconder, para hacer más de lo que piden, o para ir por el filo (o traspasar) la normativa, y todo unido a una carencia seria de disciplina urbanística por parte del Ayuntamiento produciendose el efecto: "como el vecino lo hace, yo tambien y no pasa res", luego todo es caos y rechinar de dientes. Cuarto, una falta muy grave de profesionalidad y ética de los profesionales en teoria competentes (arquitectos, aparejadores, ingenieros). Y así un suma y sigue.