Fundación Línea Directa ha presentado el estudio 'Influencia de la agresividad en los accidentes de tráfico'. | Pixabay

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Cerca del 40 por ciento de los conductores de Baleares reconocen que son agresivos al volante, según el estudio 'Influencia de la agresividad en los accidentes de tráfico' presentado por la Fundación Línea Directa y realizado en colaboración con el Instituto Universitario de Investigación de Tránsito y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (Intras).

En cuanto a los menos pacientes en la carretera vistos por otras comunidades, los madrileños (51%) y los catalanes (12%) son vistos por los demás como los más agresivos cuando se ponen al volante. En el lado contrario, los automovilistas cántabros son de los más pacíficos al volante para el resto de españoles.

En España, 2,6 millones de automovilistas admiten que se han peleado con otro conductor o que podrían llegar a hacerlo por una disputa de tráfico, y alrededor de 3,2 millones reconocen haber retado a otro conductor a salir del coche para solventar sus diferencias, según indican en nota de prensa.

El informe analiza la percepción sobre las tipologías de la agresividad al volante a partir de una encuesta realizada a 1.700 conductores españoles sobre sus hábitos en la conducción. La agresividad al volante no es solo una falta de civismo, sino que tiene unas consecuencias negativas y peligrosas para el resto de conductores. Mantener actitudes provocadoras al conducir multiplica por 10 el riesgo de sufrir un accidente con víctimas y por 30 el riesgo de sufrir un siniestro con heridos graves.

A nivel general, el perfil de conductor agresivo que por sus conductas termina sufriendo un accidente, corresponde a un hombre joven, de unos 32 años, con pareja, estudios medios, con menos puntos en su carné y que circula principalmente por vías urbanas. Estos conductores reaccionan con mucha más agresividad contra las mujeres y los conductores noveles, con los que suele tener menos paciencia y a los que termina insultando y gritando de forma más frecuente, generalmente recurriendo a tópicos machistas.

Además, preguntados si se consideran agresivos cuando conducen, un 35 por ciento de los españoles reconocen no ser precisamente un ejemplo de paciencia.

Por comunidades autónomas, los murcianos y los riojanos son los que admiten ser más irascibles al volante, mientras que los gallegos y los extremeños se ven a sí mismos como los más tolerantes al conducir.

Respecto a por qué los conductores son agresivos, el 20 por ciento de los conductores de nuestro país atribuye la agresividad en el coche al estrés del día a día, principalmente el trabajo y la familia, mientras que el 15 por ciento de los automovilistas culpan a las conductas y maniobras que hacen los demás automovilistas, y un 12 por ciento lo atribuye a los atascos.

Además los conductores también reconocen actuar agresivamente porque se sienten amparados por el anonimato que da la conducción (41%) ya que no se volverá a ver al otro conductor, la sensación de velocidad (27%) o poder tener conductas egoístas, como no dejar pasar a otros coches (8%) en una incorporación.

Otro aspecto interesante es cómo creen los españoles que influyen los acompañantes en la agresividad. Según su punto de vista, ir con amigos (57%) o solo (42%) puede aumentar considerablemente la agresividad en la conducción, mientras que ir con los hijos (62%), con el cónyuge o pareja (37%) o con compañeros de trabajo (34%), puede reducirla.

En cuanto a las posibles medidas que adoptarían los españoles para reducir la irascibilidad en la carretera, un 56 por ciento propone quitar puntos del carné aunque no haya existido una infracción concreta y un 46% pide más formación en las autoescuelas. Otras propuestas serían inmovilizar un tiempo el vehículo (41%), ir a charlas con víctimas de accidentes de tráfico (40%) o poner multas por insultar a otros conductores (40%).