El regidor Rodrigo Romero, junto a las placas de energía solar instaladas en Son Pacs. | Pere Bota

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Palma persigue la autosuficiencia energética.

Este es el objetivo que se ha marcado el concejal de Infraestructures, Rodrigo Romero. Para ello ya cuenta con una hoja de ruta con un plan de actuación a 15 años que ya se ha puesto en marcha. El plan tiene dos vertientes, explica el edil, «la producción de energía verde por un lado y la eficiencia energética, que es por donde hemos empezado, por el otro».

Asegura que «Palma ya es una ciudad muy eficiente porque casi todo el alumbrado público, que es lo que más electricidad consume, ya es totalmente eficiente».Una vez se ha reducido el consumo de alumbrado, en más del 50 %, «ahora continuamos con una auditoría de todos los edificios públicos, más de 190, para ver qué medidas de eficiencia y de generación de energía podemos tomar. Por ejemplo en un casal de barrio donde pega mucho el sol se puede aprovechar para poner una pérgola con placas solares y de esta forma se baja el nivel de insolación y se produce energía».

Las principales conclusiones de la auditoría, dice, son que «lo primero en lo que tenemos que trabajar es en la iluminación de los edificios, instalando tecnología LED, y después en el aislamiento de los inmuebles». Romero concreta que «un edificio eficiente es el que no pierde ni calor ni frío, está bien aislado, y a partir de ahí puede generar energía colocando paneles solares en la fachada o en los techos». También existe la posibilidad de crear parques solares en la ciudad o parques distribuidos, por ejemplo, en aparcamientos colocando pérgolas que den sombra y en las que poner las placas.

«Los parques solares son una posibilidad, pero teniendo tantos techos disponibles apostaría por distribuir la generación más que por concentrarla en unos cuantos sitios, eso tiene que ver con la democratización de la energía». Según el estudio realizado, el ahorro económico de hacer efectivos los edificios es importante: 178.000 euros al año en los colegios, 104.000 euros en los polideportivos o unos 20.000 euros en los centros culturales.
A partir de ahí, apunta el concejal, hay que empezar a planificar las inversiones necesarias.

Los fondos Feder serían una de las vías, también se utilizarían fondos propios y se invertiría el equivalente al ahorro que estamos logrando.

Cort obligará a la empresa suministradora a comprar la energía sobrante generada

Cort prepara un pliego de condiciones para el suministro de energía, similar al que tiene Madrid, que obligará a las empresas que opten a suministrar energía a la ciudad a producir energía que sea 100 % verde (ahora mismo se recibe una mezcla). Además introduce algunas cláusulas por las que se pedirá como requisito a las empresas suministradoras que compren la energía al Ajuntament si éste genera sobrantes.

Romero explica que «ahora no estamos generando mucha energía, pero cuando se vaya avanzando en esta hoja de ruta sí se generará más energía». Por ejemplo, añade, «en los colegios donde los fines de semana no se consume apenas energía toda la que se genere en ellos se volcará en la red y la empresa suministradora deberá compensarla con la que le compremos cuando nos haga falta. La idea es conseguir el balance neto».