Vivian Caoba, en el pregón del día del Orgullo LGTBI. | Pere Bota

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Los menores LGTBI son una de las partes del colectivo que más dudas tienen, y eso se refleja en las estadísticas. Según el último informe de Ben Amics presentado al Govern, que analiza los datos de las necesidades y las peticiones que hace la comunidad LGTBI, más del 40 por ciento de las consultas que recibió esta asociación en el año 2016 corresponden a menores.

En 2016 se abrió expediente desde Ben Amics a 42 personas, de las cuales 17 son menores. Jan Gómez, expresidente de la asociación y coordinador técnico de este informe, explica que «los números de consultas atendidas son tan bajos porque solo se contabilizan los casos atendidos por la trabajadora social, y no solemos recoger preguntas puntuales». Además, la falta de presupuesto que sufre esta asociación hace que no puedan tener una trabajadora social de manera permanente, sino que sólo atienda unos pocos meses.

De los 42 casos atendidos por la trabajadora en 2016, 13 de ellos, es decir, el 30 por ciento, corresponden a delitos de odio o discriminación. Uno corresponde a maltrato policial, que se corresponde con el caso de Sonia Vivas. Dos de los casos tienen que ver con discriminación laboral, uno con discriminación en el ámbito privado, seis tienen que ver con amenazas e insultos por pertenencia al colectivo LGTBI, uno por acoso y dos por agresión física.

Transexualidad

Muchos de los casos registrados de menores que contactaron con Ben Amics en 2016 fueron abiertos por familias de jóvenes transexuales que no sabían gestionar la situación, ya fuera en el entorno familiar o en el escolar.

Si volvemos a las cifras absolutas, las personas transexuales supusieron en 2016 el 30 por ciento de las consultas, y cuatro de ellas tenían que ver con el proceso de transición hacia su verdadera identidad.