Imagen de archivo del Golf de Andratx, en el núcleo de Camp de Mar. | N.Muller

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El Golf de Andratx, situado en el núcleo de Camp de Mar, cerró este lunes sus puertas por la mala calidad del agua que recibe de la depuradora del municipio.

Según explicó el director de la instalación, Dirk Dünkler, «desde hace dos meses y medio estamos recibiendo de la depuradora un agua de muy mala calidad, prácticamente sin tratamiento, en espera del funcionamiento de una estación biológica». Dünkler recordó que «la depuradora de Andratx trata 4.000 metros cúbicos al día, de los que nuestro campo de golf debe aprovechar para el riego entre 1.000 y 1.200 metros cúbicos. El resto se va al mar. La mala calidad del agua recibida está afectando muy negativamente a nuestro césped. Contamos con una planta propia de tratamiento, pero la calidad del agua recibida es tan mala que no la podemos asumir sin un coste desproporcionado».

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Ante esta situación, Dünkler decidió este lunes el cierre del Golf de Andartx durante dos semanas: «Tenemos 450 socios y muchos jugadores que no pertenecen a la entidad. Durante el tiempo de cierre, los redirigiremos a otros campos y nosotros asumiremos el coste». Evidentemente, el director del Golf de Andratx ha planteado esta cuestión a la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua), empresa pública gestora de las depuradoras del Govern y dependiente de la Conselleria de Medi Ambient. Dünkler señaló que «solicitamos a Abaqua una conexión con la desaladora, pero se nos denegó sin darnos una alternativa. Ahora, Abaqua nos asegura que durante esta semana se va a mejorar la calidad del agua depurada. En ese caso, podríamos reabrir el campo».

Precisamente, la Conselleria de Medi Ambient informó este lunes de que este campo de golf y los de Vall d’Or (Felanitx) y Son Gual (Palma) han sido sancionados en esta legislatura por regar con agua subterránea por un importe total de 959.341,88 euros, repartidos de la siguiente manera: Golf de Mar, 250.000 euros; Vall d’Or, 177.281,88 euros; y Son Gual, 532.060 euros. Dünkler indicó al respecto que «nuestra sanción fue impuesta hace dos años».