Los servicios de emergencia y la policía acudieron a Corea. | Pere Bota

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El bloque VIII de ‘Corea', que Cort quiere derribar para esponjar la zona, tiene un riesgo real de derrumbe. Este martes por la mañana se realizó una inspección técnica para comprobar la estructura, pero, a la espera del informe definitivo, el jefe de Protección de la Edificación del Ajuntament, Miguel Amengual, reconoció que «a primera vista podemos decir que hay zonas en muy mal estado, valoraremos en pocos días la necesidad del desalojo, pero hay riesgos», y recordó que ya hay zonas apuntaladas.

Por precaución, según informó el portavoz de la Plataforma Veïnal Salvem Camp Redó, Víctor Blázquez, este martes mismo se entregaron las llaves de su nueva vivienda a dos vecinos que estaban a punto de ser realojados para que no pasaran la noche en este bloque.

Además, en el edificio hay okupas. «Qué hacemos con estas personas que también necesitan viviendas», preguntó la defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, quien lamentó que «seguimos con falta de vivienda social en Palma». Al respecto, el coordinador del Districte Nord, Toni Villalonga, declaró que las quince viviendas que están okupadas «están denunciadas, pero ahora se sigue un procedimiento judicial y hasta que no se dé la orden de desalojo no se puede actuar».

En cuanto a los propietarios de los pisos de este bloque VIII, Villalonga aseguró que «hay muchos que ya se han trasladado y otros están a punto de hacerlo, esta misma semana se está llegando a acuerdos con los cinco que quedan».

Los técnicos del Patronat Municipal de l'Habitatge tuvieron que abrir boquetes para entrar en algunos pisos tapiados y así poder comprobar la estructura interna de todo el bloque.
La inspección se realizó con una fuerte presencia policial que Moilanen consideró exagerada.

«Siete coches patrulla y algunas motos es excesivo, aquí viven personas no delincuentes», dijo.